viernes, 15 de agosto de 2008

Homenaje a los soldados Ehud Goldwasser y Eldad Regev

El martes 13 de agosto de 2008 se realizó en el Auditorio Río de Janeiro de la sede de Almagro, un acto comunitario para recordar y rendir homenaje a Ehud Goldwasser y Eldad Reguev (Z”L); soldados de Tzahal, secuestrados en territorio soberano israelí en julio de 2006 y regresados hace un mes sus cuerpos ya asesinados.

Estuvieron presentes en este acto autoridades de la comunidad judía, de las instituciones que representan al Estado de Israel en la Argentina, la Comisión Directiva de ORT Argentina, alumnos de nuestra escuela y miembros del Consejo Juvenil Sionista Argentino.

miércoles, 13 de agosto de 2008

Certamen académico "Conoce Israel"

El día martes 12 de agosto, en el marco de los festejos por el 60° aniversario de la creación del Estado de Israel, se llevó a cabo en el Auditorio Noel Werthein, la fase final del concurso "Conoce Israel", organizado por la Embajada de Israel en Argentina. El certamen estuvo destinado a todos los estudiantes universitarios del país y se desarrolló simultáneamente en todo el continente latinoamericano.



El ganador recibió de manos del Embajador un pasaje a Israel por una semana con todo pago y allí se unirá a los ganadores de cada país de la región. El ministerio de relaciones exteriores ha preparado una agenda por intermedio de la cual, harán visitas a sitios de interés turístico y religioso, a establecimientos educativos y culturales, y se reunirán con funcionarios de este ministerio.

El jurado estuvo compuesto por: el Sr. Embajador de Israel en la República Argentina Rafael Eldad, el Director Ejecutivo de la Asociación ORT Argentina, Dr. Adrián Moscovich, el escritor Marcelo Birmajer y el Dr. José Ignacio García Hamilton.

martes, 12 de agosto de 2008

Transmisión en vivo

Hoy a la mañana transmitimos en vivo el certamen académico "Conoce Israel", desde la sede de Almagro. En breve publicaremos en este blog la grabación del video.

jueves, 3 de julio de 2008

Jidón - חידון

En el marco de los festejos de los 60 Años de la Creación del Estado de Israel, BAMA, Vaad Hajinuj, la Organización Sionista Argentina (OSA) y el KKL organizaron un certamen para jóvenes judíos de 15 y 16 años, con la finalidad de estimular el conocimiento, la comprensión y la identificación con Israel a partir del estudio de su historia y de su cultura. El mismo estuvo compuesto de tres etapas: una primera ronda interna de cada institución, una segunda ronda semifinal presencial y una tercera donde accedieron los concursantes que obtuvieron los mayores puntajes.
Más de treinta alumnos se prepararon para la instancia interna, de ellos los mejores cinco, Javier Sankowicz, Gonzalo Zylberman, Karina Gringauz, Matías Aiskovich y Jonathan Ficher, representaron a la Escuela Técnica ORT – Sede Almagro en Bama el día lunes 30 de junio y dos de ellos lograron llegar hasta la última instancia.
Durante todo el proceso de aprendizaje recibieron el apoyo de la docente Javiva Abecasis. Felicitamos a todos por el esfuerzo y la dedicación.


jueves, 19 de junio de 2008

Parashat Shlaj Lejá

Sábado 21 de junio

Rabino Yerahmiel Barylka

Nuestra parashá finaliza con uno de los grandes mandamientos del judaísmo: el de los tsitsit, los flecos que usamos en las bordes de nuestra ropa como recordatorio perenne de nuestra identidad como judíos y nuestra obligación de guardar las instrucciones de la Torá: "H' habló a Moshé diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles que a través de sus generaciones se hagan flecos en los bordes de sus ropas y que pongan un cordón azul en cada fleco del borde. Y serán para ustedes como tsitsit, y los verán y se acordarán de todos los mandamientos de H', a fin de ponerlos por obra, y para que no vayan en pos de sus corazones y de sus ojos, tras los cuales cometen inmoralidad. Será para que se acuerden y cumplan todos mis mandamientos, a fin de que sean santos para su D-os. Yo, H', su D-os, que les saqué de la tierra de Egipto para ser su D-os. Yo, H', su D-os." (Bemidbar 15: 37-41).

Esta mitzvá es tan importante que se convirtió en el tercer párrafo del Shemá, la suprema declaración de la fe judía.
Seguiremos al rabino Dr. Nahum Rabinovitch, en sus comentarios acerca de las extrañas características del mandamiento de tsitsit.
Por un lado los sabios dijeron que tsitsit es igual a todas las mitzvot, como nos dice el versículo: "mírenlos y se acordarán de todos los mandamientos de H'." de allí su significado fundamental. Por otra parte, el precepto no es absolutamente obligatorio. Es posible evitarlo si nunca usamos ropa de cuatro o más bordes. Maimónides nos enseña: "aunque no estamos obligados a adquirir ropas de cuatro bordes y envolvernos en ellas para cumplir el mandamiento de tsitsit, no significa que una persona piadosa se exima de esta mitzvá" (las leyes de Tsitsit, 3: 11).
El principio es importante y loable pero no es categórico. Es condicional: si tienes puesta tal ropa, debes poner franjas en ella. ¿Por qué? Parece más que obvio que debe ser obligatoria, tal como obligatoria es la mitzvá de tefilín.

La mitzvá de tsitsit, provocó otro fenómeno inusual. En el transcurso del tiempo, la "costumbre" se desarrolló para cumplir con la mitzvá de dos maneras absolutamente distintas: la primera, en la forma del talit gadol que usamos durante las plegarias diarias, la segunda usándola bajo nuestras ropas durante todo el día.
Este precepto tiene también, dos bendiciones diferentes como si se tratara de dos mandamientos diferentes. Al colocarnos el talit grande recitamos: "que nos has santificado con tus mandamientos, y nos ordenaste envolvernos con tsitsit…" cuando nos ponemos los tsitsit bajo la ropa, decimos, "que nos has santificado con tus mandamientos, y ordenado el precepto de tsitsit" ¿Por qué una misma norma tiene dos bendiciones distintas? ¿Se trata de una o de dos?
El rabino Dr. Nahum Rabinovitch dio esta respuesta: hay dos clases de ropa. Están las ropas que usamos para proyectar una imagen o que son el uniforme de nuestra función. Esas ropas pueden ser engañosas. Un rey que salga por las calles vestido como un mendigo no despertará el respeto que provoca su investidura cuando usa sus ropas ceremoniales. Un delincuente con ropajes de general logrará que los soldados le hagan la venia. Un guerrero con sus ropas, aunque sea inseguro, cobarde o esté nervioso, provoca que lo miren como autoridad, y más de uno pensará que tiene firme personalidad. Las ropas son como un disfraz, como una máscara. Ocultan a la persona porque impiden ver su espíritu. Y en más de una oportunidad, nos vestiremos acorde a las personas que queremos impresionar o a las circunstancias. En nuestro guardarropa, tendremos prendas para cada ocasión.

Pero hay un tipo de prendas que usamos cuando estamos solos, y que nos pueden pintar de cuerpo entero, como las del jardinero, el plomero, el artista en su estudio con ropaje manchado por la pintura, el escritor en su mesa de trabajo a altas horas de la noche usando apenas un pijama. Ellos no se visten para crear una impresión. Por el contrario: visten como son o según lo que hacen, no buscan parecerse a nadie más que a ellos.
Las dos clases de tsitsit representan estas diversas formas de vestido. Cuando vamos al templo a las plegarias o cuando rezamos a solas, muchas veces pensamos que nuestro corazón es indigno frente a las demandas que suponemos que H' tiene de nosotros. Por ello, sentimos la necesidad de presentarnos envueltos en el talit, el gran símbolo del rezo. Encubrimos nuestra individualidad incluso en la forma de la bendición sobre el talit, "nos envolvemos en una ropa con tsitsit" (–nos ceñimos con ropa especial-). Es como si dijéramos a H': 'Puede ser que sea solamente un mendigo, pero estoy usando un traje real, el traje de los judíos que imploraron ante ti a través de los siglos, a los cuales demostraste un amor especial. El talit oculta lo que somos y representa lo que deberíamos o quisiéramos ser, porque en el rezo pedimos que nos juzguen no por lo que somos sino por lo que quisiéramos ser o por lo que deberíamos ser.

El simbolismo más profundo de la mitzvá de tsitsit, sin embargo, es que representa los mandamientos en su totalidad ('y los verán y se acordarán de todos los mandamientos de H'') – que aceptamos sin coerción, de nuestra propia libre voluntad. Esa es la causa por la cual el precepto de tsitsit no es categórico. No tenemos, formalmente, obligación de guardarlo. La Torá no nos obliga a comprar una ropa de cuatro puntas. Pero cuando la confeccionamos o la adquirimos, elegimos libremente hacerlo así. Nos obligamos. Porqué estamos optando usar el símbolo de los tsitsit que muestra la libre aceptación de todos los deberes de la vida judía.Éste es el aspecto más interno, más íntimo, intenso y personal de la fe. En nuestra intimidad sabemos que elegimos dedicarnos a H' y a sus preceptos. No hay necesidad de hacer pública esta decisión. No debemos usarla como demostración externa. Nos sirve cuando estamos solos, y no necesitamos intentar impresionar a ninguna persona. No debemos usarla para mostrar lo que no somos. Éste es el desafío del uso de los tsitsit como ropa interior, debajo, y no encima de nuestra ropa.
Porque la causa es distinta, hacemos por ese precepto una bendición especial. No podemos hablar de "envolvernos en una ropa con flecos" - porque esta forma de flecos no está diseñada para la demostración exterior. No sirve para ocultarnos debajo de ella, ni es un uniforme. Sólo, nada más y nada menos, estamos expresando nuestro íntimo compromiso con la palabra de H'. Por ello decimos la bendición, "que nos ha ordenado el precepto del tsitsit".

El tsitsit representa la naturaleza dual del judaísmo de forma llamativa. Por un lado es una manera pública y comunitaria de la vida que compartimos con otras personas en el mundo. Guardamos Shabat, celebramos los festividades, observamos los leyes dietéticas y las ordenanzas de la pureza de la familia de una manera que apenas ha cambiado en el transcurso del tiempo. Ésa es la cara pública del judaísmo - el talit que usamos.Pero también contamos con nuestra vida interna como gente de fe. Hay cosas que podemos decir a H' que no las podemos expresar a ningún otro. Él sabe nuestros pensamientos, nuestras esperanzas, nuestros temores, mejor que nosotros mismos. Le hablamos desde la soledad del alma, y Él escucha. Esa conversación interna - la abertura de los candados de nuestro corazón - no puede realizarse en una demostración pública. Como la ropa interior con las franjas, permanece oculta. Pero no es ningún acto menos verdadero de la espiritualidad judía. Los dos tipos de ropa con tsitsit representan las dos dimensiones de la vida de la fe - el externo y el interno, la imagen que presentamos al mundo y el perfil que mostramos solamente a H'.

Shabat shalom desde Sión

jueves, 12 de junio de 2008

Parashat Behaalotja

Sábado 14 de junio

Rabino Yerahmiel Barylka

Esta parashá, nos presenta una nueva crisis del liderazgo de Moshé, de pronto, los hijos de Israel se quejan por el alimento: "Al populacho que iba con ellos entra en apetito voraz. Y los hijos de Israel también volvieron a llorar, y dijeron: «¡Quién nos diera carne! ¡Cómo echamos de menos el pescado que comíamos de balde en Egipto! ¡También de los pepinos y melones, y puerros, cebollas y ajos! Y ahora nuestra alma se seca; pues nada ven nuestros ojos sino este maná!» (Bemidbar 11:4-6).

No es éste el primer incidente en el que los hijos de Israel se comportan ingratamente. Recordemos lo estudiado en Shemot, capítulos 15 al 17, inmediatamente después de la travesía del mar Rojo. En Mará se quejaron de que el agua era amarga. Entonces, en términos más agresivos, protestaron contra la carencia del alimento: "Moshé les ordenó a los israelitas que partieran del Mar Rojo y se internaran en el desierto de Sur. Y los israelitas anduvieron tres días por el desierto sin hallar agua. Llegaron a Mara, lugar que se llama así porque sus aguas son amargas, y no pudieron apagar su sed allí. Comenzaron entonces a murmurar en contra de Moshé, y preguntaban: «¿Qué vamos a beber?» Moshé clamó al H', y él le mostró un pedazo de madera, el cual echó Moshé al agua, y al instante el agua se volvió dulce" (Shemot 15:22-24).

Más adelante, en Refidim, se quejaron de la ausencia del agua: "Y altercó el pueblo con Moshé, y dijeron: Danos agua para que bebamos. Y Moshé les dijo: ¿Por qué altercáis conmigo? ¿Por qué tentáis a H'? Así que el pueblo tuvo allí sed, y murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para matarnos de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros ganados? (17:2-3).
El episodio en nuestra lectura semanal - en el lugar conocido como Kivrot Hataavá - no es el primer desafío que Moshé tuvo que enfrentar sino el cuarto:
"Toda la congregación de los hijos de Israel partió del desierto de Sin por sus jornadas, conforme al mandamiento de H', y acamparon en Refidim; y no había agua para que el pueblo bebiese. Y altercó el pueblo con Moshé, y dijeron: Danos agua para que bebamos. Y Moshé les dijo: ¿Por qué altercan conmigo? ¿Por qué tientan a H'? Así que el pueblo tuvo allí sed, y murmuró contra Moshé, y dijo: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para matarnos de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros ganados? Entonces clamó Moshé a H', diciendo: ¿Qué haré con este pueblo? De aquí a un poco me apedrearán" (17:1-4).

En un extraordinario arrebato Moshé quiere morir y ruega que ello suceda después de haber superado problemas mayores aún. Ruega morir: "Moshé escuchó que las familias del pueblo lloraban, cada una a la entrada de su tienda, con lo cual hacían que la ira de H' se encendiera en extremo. Entonces, muy disgustado, Moshé oró a H': —Si yo soy tu siervo, ¿por qué me perjudicas? ¿Por qué me niegas tu favor y me obligas a cargar con todo este pueblo? ¿Acaso yo lo concebí, o lo di a luz, para que me exijas que lo lleve en mi regazo, como si fuera su nodriza, y lo lleve hasta la tierra que les prometiste a sus antepasados? Todo este pueblo viene llorando a pedirme carne. ¿De dónde voy a sacarla? Yo solo no puedo con todo este pueblo. ¡Es una carga demasiado pesada para mí! Si éste es el trato que vas a darme, ¡me harás un favor si me quitas la vida! ¡Así me veré libre de mi desgracia!" (Bemidbar 11: 10-15).
H' le responde a Moshé. Y ante su pedido la reacción divina nos resulta extraña: "—Tráeme a setenta ancianos de Israel, y asegúrate de que sean ancianos y gobernantes del pueblo. Llévalos a la Tienda de reunión, y haz que esperen allí contigo. Yo descenderé para hablar contigo, y compartiré con ellos el Espíritu que está sobre ti, para que te ayuden a llevar la carga que te significa este pueblo. Así no tendrás que llevarla tú solo. »Al pueblo sólo le dirás lo siguiente: "Santifíquense para mañana, pues van a comer carne. Ustedes lloraron ante H', y le dijeron: ¡Quién nos diera carne! ¡En Egipto la pasábamos mejor! Pues bien, H' les dará carne, y tendrán que comérsela. No la comerán un solo día, ni dos, ni cinco, ni diez, ni veinte, sino todo un mes, hasta que les salga por las narices y les provoque náuseas. Y esto, por haber despreciado a H', que está en medio de ustedes, y por haberle llorado, diciendo: ¿Por qué tuvimos que salir de Egipto?". (Bemidbar 11:16-20).

Aparentemente, las quejas de Moshé y la respuesta divina parecen no estar conectadas. Como que fuera éste un diálogo de mudos. ¿De qué manera los ancianos podrían tratar y apaciguar la crisis interna que experimentaba Moshé? ¿Él los necesitó para ayudarle a encontrar la carne? Claramente no. ¿Él los necesitó para compartir las difíciles cargas de la dirección? La respuesta es, otra vez, no. Ya, que mucho antes en Shemot, capítulo 18, siguiendo el consejo de Itró su suegro, Moshé había creado una infraestructura de gobierno basada en la delegación seleccionando a hombres capaces, temerosos de H', dignos de confianza, y los designó como administradores de justicia.

¿Entonces qué fenómeno mágico sucedió para convertir el carácter de Moshé después de la respuesta divina? ¿Qué había en ella que tuvo tanta influencia? Es como si un nuevo Moshé se nos presentara. Es Moshé humilde, el más humilde que existe bajo la faz de la tierra. Ha pasado su desesperación. Ya no hay más crisis. Moshé responde a las rebeliones con confianza y con ecuanimidad. El rabino Moshé Lichtenstein, observa que hay un cambio marcado del tono entre el libro Shemot y el libro Bemidbar. Las quejas no cambian, pero H' y las respuestas de Moshé son ahora distintas. El rabino Lichtenstein, sugiere que la volatilidad de la gente fue perdonable en la primera etapa. Debían haber tenido fe en H' ya que nunca se habían enfrentado al mar Rojo, o al desierto, o a las carencias de alimentos y de agua. Pero, a partir de su mayor ofensa: el becerro de oro - conduce a una larga pausa en la narrativa, desde el capítulo 25 de Shemot al capítulo 11 de Bemidbar.

Mucha de la segunda mitad de Shemot, el libro entero de Vaikrá y los primeros diez capítulos de Bemidbar se dedican a los detalles del santuario. La secuencia de 53 capítulos, que queda fija en el desierto en Sinaí, representa un momento meta-histórico, una ruptura en el viaje de los israelitas de lugar a lugar. El tiempo y el espacio permanecen detenidos hasta la construcción del Tabernáculo. Recién allí pueden transformarse de ser una masa indisciplinada de esclavos fugitivos en una nación con la Constitución escrita en la Torá, que se somete exclusivamente a la soberanía de H' centrándose física y metafísicamente en el Mishcán - el santuario-, que para ellos se presenta como la muestra visible de la presencia de H'. Ahora son 'un reino de sacerdotes y una nación santa'. (Shemot, 19:6)
Moshé se desesperó porque si la revelación en Sinaí, la experiencia de la cólera divina ante el becerro de oro y el largo trabajo de construir el Tabernáculo no los consiguieron cambiar, ¿qué podría hacerlo? La desesperación de Moshé es demasiado inteligible. Desde sus funciones, no había podido cambiar a esta gente, pero quizás H', desde la perspectiva de la eternidad, podría ver un cierto rayo de la esperanza en el futuro. Moshé como humano, no podría. Por ello no quería vivir más.
Es lo que le sucede a un líder cuando se eclipsa el sol de la esperanza sobre su gente, después de haber intentado poner lo mejor de sus energías e inspiración. Moshé y después también Eliyahu, Irmiahu y Ioná ruegan morir.
Y H', le da el regalo más grande, le dejó percibir la influencia que tenía en otros. Hasta ese momento sólo conocía quejas, los desafíos y las rebeliones de su pueblo. Y H' le indica ver a los ancianos, gracias a los que hoy todavía se estudia su Torá. A través de ellos puede percibir al pueblo, a ese mismo pueblo, que le permitirá ser el más importante líder de toda la humanidad. Setenta ancianos habían internalizado su espíritu y habían hecho su mensaje propio. Gracias a esa no-respuesta de H' comprendió que su vida no había sido inútil. Tenía discípulos que continuarían también su trabajo después que su vida finalice.
Ahora, excepto en Kadesh, muchos años después, podía cambiar, ser más ecuánime, más tranquilo, más contemplativo. Lo que le sucedió a Moshé le sucede a la condición humana. Nunca sabemos realmente cuánto hemos dado a otros - cuánto pudimos cambiar vidas sin haber obtenido reconocimiento. Moshé era humano y la gente era ingrata, rápida para criticar y quejarse. Pero eso estaba en la superficie.

Esa es la enseñanza para nosotros: Podemos dejar una herencia abundante, energía, incluso fama, pero éstas son ventajas cuestionables y a veces hacen más daño a los que dejamos detrás de nosotros, que beneficio. Pero cuando dejamos a otros nuestra influencia para el bien, y lo sabemos a tiempo, podemos juzgar a los rebeldes con mayor justicia.
Esa es la respuesta de H' a Moshé. Respuesta que nos la da también a nosotros.

Shabat Shalom desde Sión,

lunes, 2 de junio de 2008

IOM IERUSHALAIM - יום ירושלים

A 41 años de su reunificación

JERUSALEM: LA MAS DULCE MELODIA EN UNA SOLA PALABRA

Por Rabino Mordejai Maarabi, Uruguay

Mencionar su nombre conlleva un encanto. Algo así como que la magia misma de los sonidos se conjuga para decir la más dulce melodía en una sola palabra.
Acariciar las letras de su nombre, es recorrer lentamente su geografía…Callejuelas estrechas en su ‘iod’ y otras rutinas de aceras que se abren cual arco bondadoso e inquieto que brinda bienvenidas en su ‘reish’…
Instantes de eternidad que se detienen frente a uno y nos llevan en la línea a mirar la tierra y el cielo; su letra ‘vav’ une lo imperceptible del caminante; reúne los extremos del pensamiento que busca y rebusca en sus adentros una explicación lógica cuando no emocional a tanta belleza y simpleza en el mismo lugar…
Sólo los latidos de un corazón agitado, parecen hallar reposo y quietud cuando se apoyan en su ‘shin’, que susurra un silencio de paz y un canto silencioso de amor a cada órgano atento de un cuerpo afligido y doliente por siglos y milenios.
Y entonces se yergue por sobre el renglón de los tiempos su ‘lamed’, invitando a hurgar en cada laberinto de sus contornos, en cada luminosidad de sus soles crepusculares y matinales, en los fulgores de cientos y miles de estrellas que le brindan su canto de amor cada noche, enamoradas todas del perfume que exhala el estudio cotidiano…
Para volver a la conciencia de la pequeñez, frente a tanta grandeza…Una nueva y tímida ‘iod’ se asoma hacia el final de su nombre como queriendo dibujar en su nombre el Otro Nombre: el de la mismísima Divinidad, que jamás La abandonó y que La ama con amor eterno.
Su letra posterior es el todo que la cierra y que contiene…Es el marco de una ‘mem’ que dibuja el contorno más simple y más extenso de su nombre, de sus aromas y sus olores sin igual…Es la letra que la multiplica y la hace resonar como un tambor en medio del silencio prolongado de la ausencia de sus hijos…

Sí mi querido lector, usted conmigo habrá formado la palabra anhelada y con ella hemos abierto las puertas de los Cielos: “Ierushaláim” en sus consonantes inspiradoras que nos llevan a un vuelo rasante por la historia, por los tiempos, por los deseos y los recuerdos del pasado, del presente, del futuro…

Hay un lugar que supera las geografías. Hay una geografía que no suele caber en un mapa. Y hay un nombre, demasiado grande para ser inscripto en la simple cartografía. Porque su nombre sabe a miel y a hiel. Porque ha sido el motivo del llanto de generaciones y del regocijo de miles más. Ierushaláim es hogar y es tierra. Es montañas y cielos. Es historia y testimonios.

Ierushaláim es reyes y profetas que la amaron. Es pueblo que jamás la abandonó y perdió el habla a causa de ella. Ierushaláim es David rey llorándola y cantándole, es Salomón su hijo, adosando cada piedra de Su Santuario…
Ierushaláim es visión y es poder. Es esperanza y seducción. Es el llamado al vivir por siempre, es el recinto donde lo eterno juega de local…
Ierushaláim es y es y no deja de ser. Todo lo despierta y a todo los somete con su encanto sin igual a un dulce sopor de ensueños, donde caminar por ella es abrazarse con ella, con sus piedras, con sus paredes, con sus soles y sus lunas que son más bellos y más luminosos cuando alumbran y calientan su cielo.

Mencionar su nombre es hablar otro idioma. Es poder hablar ante todo. “Yo soy la paz, y es cuando hablo…” al decir del rey que la amó.

Porque Ierushaláim es la fuerza de la Palabra. Es La Palabra llevada a la fuerza –la potencia- de Abraham que la llamó; de su nieto que la soñó y de sus herederos que la avistaron desde lejos hasta hacerla propia y llevándosela consigo a cuanto destierro alcanzasen…

Hoy regresamos a ella una vez más. Ierushaláim es un relato de partidas y llegadas. Partidas que navegaron en mares de lágrimas sin consuelo. Llegadas que surcaron arterias de sangre y dolor. Pero estamos. Con ella. Junto a ella. Y ella, como una buena madre que siempre espera, nos aguarda con sus mejores ropajes y su más bella sonrisa…

Aquella que dibuja cada sol poniente en sus atardeceres, desplegando sus murallas protectoras y de encanto. Aquella que suspira como luna en menguante cuando todo parece oscurecerse y no ha de haber luz más. Aquella que destila su fulgor en el tintineo de cada estrella que en su cielo parecen multiplicarse más y más…

Ierushaláim es canto de enamorados…Del amor eterno que D´s La amó. Del sentir profundo de un pueblo que la amó. De los hijos que aman a Su Padre y que tienen una cita cada día, cada tarde, cada noche frente a un muro que retribuye solitario cada gota de amor, a la espera de los suyos, que se sumen en manos y fuerzas y sueños y corazones, para volver a levantar sus piedras haciéndolas Santuario…

Cuando usted me pregunta ¿qué es Ierushaláim? Creo que atrevería a decirle, honestamente: Ierushaláim es letra y es palabra; es el torrente de imaginación y ternura que aflora sólo con mencionar su nombre…Es la vida misma que no se explica y que se lleva tan dentro, pero tan dentro, que “si me olvidare de ti Ierushaláim, se olvide mi mano derecha; se pegue mi lengua a mi paladar si no te recordare…Si no te elevare mi Ierushaláim por sobre cada alegría…”

jueves, 29 de mayo de 2008

Parashat Bemidbar

Sábado 31 de mayo

Rabino Yerahmiel Barylka


Este shabat iniciamos el cuarto libro de la Torá que si bien se llama en lenguas latinas Números, la palabra hebrea bemidbar significa estar en el desierto. El midrash, en Bemidbar Rabá 1, 7, nos dice que "La Torá nos fue entregada a través de tres toques: Fuego, Agua y Desierto. El rabino Meir Shapira de Lublin, nos recuerda que desde que recibimos la Torá debimos pasar en muchas oportunidades por las pruebas de fuego y agua y sentirnos en el desierto de las naciones. El agua y el fuego destruyeron nuestros cuerpos y mataron a nuestros hermanos pero no pudieron acabar con el espíritu. »Cuando ustedes oyeron la voz que salía de la oscuridad, dice la Torá en Devarim 5: 23, mientras la montaña ardía en llamas, todos los jefes de sus tribus y sus ancianos vinieron a mí y me dijeron: "H' nuestro D-os nos ha mostrado su gloria y su majestad, y hemos oído su voz que salía del fuego. Hoy hemos visto que un simple mortal puede seguir con vida aunque D-os hable con él". Hemos oído la voz de H' que salía del fuego –al que fuimos sometidos- y seguimos con vida.
Nuestro nuevo libro –Bemidbar- nos viene a decir que también superaremos la prueba del desierto. No en vano nos dijo el profeta Irmiahu (2:2) "Recuerdo el amor de tu juventud, tu cariño de novia, cuando me seguías por el desierto, por tierras no cultivadas". Entre otras razones, ésta es una por la cual no quiero usar el nombre Números para este libro, el cuarto, de nuestra Torá.

Bemidbar comienza con el censo de la población antes de su ingreso a la Tierra de Israel. ¿Cuál es la naturaleza de esa cuenta? ¿Qué necesidad teníamos de ser numerados? Como sabemos, ya se había llevado a cabo un censo tal como aprendimos en el libro Shemot y ahora se repite. Pese a que habían transcurridos varios meses entre ambas cuentas, la suma fue exactamente la misma. Acerca de este tema no nos vamos a detener sino para destacar, que, aparentemente entre las fechas marcadas no se produjo ningún deceso y que los que tenían 20 años, fueron contados a partir de una fecha determinada, como se usa para los actos electorales en nuestra época y no según el día del nacimiento. Es conocida la explicación que uno cuenta muchas veces las cosas que ama. El pueblo de Israel en proceso de formación, era amado por H', que lo demostraba sometiéndole a cuentas, a sumas, a balances y estadísticas.

En la Parashá de esta semana, Parashat Bemidbar, la Torá nos ordena llevar a cabo un censo del pueblo antes que se apresten ingresar a la Tierra de Israel. "H' habló a Moshé en el desierto de Sinaí, en la tienda de reunión, el primer día del mes segundo, en el segundo año de su salida de la tierra de Egipto y le dijo: "Haz un censo de toda la congregación de los hijos de Israel por sus familias, por sus casas paternas, según el número de los nombres, de todo varón, uno por uno; de veinte años arriba, todos los que pueden salir a la guerra en Israel, tú y Aharón los contarán por sus ejércitos". Cuando nos describe la naturaleza este censo, la Torá apunta al término "Lemishpejotam," -por sus familias-. La palabra destaca la diferencia entre el censo pedido en esta Parashá y el primero que aparece en Shemot 30:12 "Cuando hagas un censo de los hijos de Israel para contarlos, cada uno dará a H' un rescate por su persona cuando sean contados, para que no haya plaga entre ellos cuando los hayas contado"…"El rico no pagará más, ni el pobre pagará menos del medio siclo, al dar la ofrenda a H' para hacer expiación por sus vidas". "Tomarás de los hijos de Israel el dinero de la expiación y lo darás para el servicio de la tienda de reunión, para que sea un recordatorio para los hijos de Israel, delante de a H', como expiación por sus vidas."

En el padrón de Bemidbar, cada tribu fue censada individualmente y solamente después del censo total del pueblo se pudieron divulgar las cifras finales. En Shemot, el número fue registrado sin ninguna división. Se contó a todo el pueblo como una unidad. La Torá no nos trae la cantidad de personas por tribu en forma individual. ¿Por qué el pueblo fue contado como una unidad en Shemot y en Bemidbar dividiéndole entre las tribus?
Encontré la bellísima respuesta a la pregunta en las enseñanzas que nos brindó Rav Iaakov Kamenetsky (1891-1986), el prominente rosh yeshivá y talmudista que desde 1937 y hasta su fallecimiento, fuera uno de los líderes del judaísmo estadounidense. El maestro z"l nos enseña que antes que comenzara la construcción del mishcán, H' no deseaba que pueblo comience a identificarse solamente con sus tribus y no consideren que el pueblo de Israel es una unidad colectiva. Eso es normal en todos los grupos, que se unen más entre los que son cercanos y olvidan de pronto que son sólo parte de un todo. En este caso, si tienen que entrar a una nueva tierra y aceptar un solo centro de culto, ello es fundamental. Pero, después que se terminó de edificar el mishcán, ya le había quedado muy claro a todos donde debe estar su foco - en el centro espiritual del judaísmo, el mishcán, donde todos los judíos estuvieron de acuerdo para adorar juntos a H'. Por lo tanto, ya no había el riesgo que clal Israel se separara en pequeños grupos individuales. Lo que sigue siendo confuso es por qué era necesario en el primer lugar tener tribus separadas. ¿No habría sido mejor tener un grupo grande de judíos en comparación que tener que ocuparse de las secciones separadas de judíos? La respuesta pareciera ser que diversas personas adoran a H' de distintas maneras. Hay los que prefieren cantar y bailar a su manera en la tefilá, buscando gozar de una dveikut intensa, el entusiasmo sin medida en la conexión espiritual, con H'. Contrariamente, hay los que prefieren tener un servicio religioso más rápido y pasan más tiempo estudiando y buscando las más íntimas profundidades de la Torá y aceleran en sus plegarias. Hoy debemos aprender a respetar a cada estilo particular. Así aprendimos de las tribus diversas, que también tenían caminos distintos para servir a H'. Cada tribu tenía sus propios estilos y costumbres –minhagim- que los diferenciaban del otro. En los primeros tiempos de Israel, el riesgo del tener tribus separadas era grande y la recompensa era mínima. Bajo estas condiciones, los hijos de Israel debían ser tomados y censados como un grupo. Sin embargo, el tiempo pasó y las personas se interconectaron por lo que obtuvieron la gran recompensa de tener tribus separadas con costumbres distintas cuyas ventajas compensan por lejos los riesgos posibles de desunión.

En nuestros días, debemos determinar en cada comunidad, en cada país en qué etapa histórica nos encontramos. ¿Podemos seguir adorando a H' según los caminos de cada familia, las costumbres de cada uno o deberemos volver a unirnos previamente, bajo un ritual único? ¿Sefardíes y ashkenazíes deberán dejar sus sidurim para armar uno nuevo? ¿Jasidim y Mitnagdim deberán abandonar sus filosofías para adoptar la del otro?
El desafío es seguir siendo miembros del mismo grupo, aún cuando queramos y necesitemos seguir como integrantes tribales las costumbres de nuestros padres. No es fácil pero es posible. Hay que intentarlo, ya que nos enriquece a todos. Para ello viene esta parashá.

Shabat Shalom desde Sión,

viernes, 25 de abril de 2008

Sedarim de Pesaj 2008 – Sede Almagro

Los días 22 y 23 de abril se realizaron los Sedarim de Pesaj para los alumnos de primero y segundo año. Participaron más de 500 alumnos con sus familias en un encuentro cálido y festivo.
Aquí algunas imágenes…

El empleo de entornos de aprendizaje virtuales en el Area de Educación Judía

En el Area de Educación Judía los alumnos asisten a los laboratorios de informática de la escuela para complementar el trabajo del aula. Mediante el empleo de la plataforma E-Aprender toman contacto con materiales de enseñanza virtuales desarrollados íntegramente por docentes del área, en conjunto con docentes del CREA. Los materiales incluyen contenidos desarrollados en diferentes formatos tales como hipertextos, imágenes, documentos interactivos, líneas de tiempo y videos.

El siguiente párrafo corresponde a la presentación de una de las unidades temáticas, denominada "Entre los dos Templos":

A través del estudio de este módulo, que complementa el trabajo del aula, recorrerás el período que transcurre entre el Primer y Segundo Beit Hamikdash (Templo) Estudiarás la situación del Pueblo de Israel bajo el gobierno de diversos Imperios, y ahondarás en la época en que los romanos dominaban Iehudá (Judea) hasta la destrucción del Segundo Templo.

Acá algunas imágenes de los docentes y alumnos trabajando...

viernes, 18 de abril de 2008

Pesaj: Libertad y Santidad

Rabino Yerahmiel Barylka

"Porque Yo soy el SEÑOR, que los he hecho subir de la tierra de Egipto para ser su D-os; serán, pues, santos porque Yo soy santo." (Vaikrá 11:45)


Pesaj es una palabra que algunos gustan dividir en dos para poder leer pe - saj, -la boca que habla-..

Como que en el festejo de Pesaj, debemos aprovechar el uso de la libertad de hablar porque de esta manera nos liberamos del exilio, de la oscuridad de la noche que se mantiene silente, al grado que es un silencio que puede ser oído.

Una de las diferencias entre la libertad y la esclavitud está marcada por la posibilidad de expresarse sin temor. De decir lo que se desea. De gritar o estarse callado. Aprender la libertad para ejercerla, descubriendo la fuerza de la palabra que de vocablo se hace mensaje.En el Seder de Pesaj, afirmamos, la esencialidad de la narratividad como interiorización y exteriorización del tiempo. La noche del Seder, es de fe y redención. Una de sus obligaciones es la de la lectura de los textos que se fueron acumulando y depurando hasta convertirse en una especie de manual que nos debe transportar al Egipto y hacernos sentir tal como se apreciaron nuestros antepasados: de esclavos sin derechos, a seres libres en camino de la santidad. De esa manera le damos significado espiritual a nuestra vida para poder elaborar el ser libres. Si lo lográramos, cumpliríamos con uno de los mandamientos fundamentales que es el de relatar a los hijos. Pero… no nos engañemos, no se trata únicamente de un formalismo, ni de una fórmula mágica. El relato compromete. Debe modificar al referente y a quien oye la narración. Debe convertirse en un diálogo, en momentos en los que vamos perdiendo lentamente la capacidad de oír y la de decir.

El texto de la Hagadá nos permite así, ejercer la búsqueda para que la complejidad del significado y del significante deje de ser un fin en sí misma, para convertirse en un método que fecunde el diálogo acerca de la verdad histórica y de la experiencia personal en aquellos dilemas que permitan comprender la posibilidad de elegir. Eso es ser soberano. Tener la libertad de determinación y de poder alejarse del ser sojuzgado que llevamos profundamente enraizados en nuestro espíritu y muchas veces – más de las que percibimos – en algunas de las personas que nos rodean.
Hay un fenómeno en la noche del Seder que casi pasa desapercibido y es que es la única oportunidad en el año en el que no sólo bendecimos por lo que comemos, sino que bendecimos por la acción de comer. Al decir “que nos santificaste con Tus preceptos y nos prescribiste comer matzá”, “nos ordenaste comer hierbas amargas”, debemos detenernos en la peculiaridad de esos preceptos. La matzá y el maror vendrían a ser los representantes simbólicos de todos los granos y cereales y de todas las hortalizas y los vegetales que al fin podemos ingerir libremente por mandato divino y no humano. Aún no hemos podido regresar a bendecir por la ingestión de la ofrenda del pesaj, y nos debemos conformar (aquellos que comen carne) con esa alimentación, hasta que podamos hacerlo con santidad y pureza y elevar también la comida de la carne a otra esfera compartiendo el korbán pesaj.

Cuando la Torá nos dice, 'Porque Yo soy el SEÑOR, que los he hecho subir de la tierra de Egipto para ser su D-os; serán, pues, santos porque Yo soy santo'", instala a este versículo en el largo capítulo del libro Vaikrá, que nos enumera los animales que podemos comer de entre todos los animales que hay sobre la tierra. No podemos evitar relacionar esta coincidencia con un significado más profundo. Como que nos dijera, lo que decimos con nuestra boca, tiene un sentido creativo y en el Seder aún mayor, y esa misma boca que por mandamiento debe ingerir pesaj, matzá y maror, tiene a partir de la liberación, obligaciones especiales. ¿A qué se deben? Simplemente porque completan el proceso libertario que nos debe llevar a consagrar la santidad del Creador ante nosotros, a fin de poder santificarnos con esa acción. Como que ese es el objetivo de la liberación. Poder recibir las normas e instalarnos en la tierra prometida para buscar la elevación espiritual. Sin ella, seguimos permaneciendo en las instalaciones de la esclavitud y la servidumbre.
En la boca que salen las palabras creadoras, deben ingresar ciertos productos cuyos símbolos explícitos son por todos conocidos, pero que en el proceso de la libertad tienen otras insignias menos expuestas.

En nuestra época en la que todos tienen sus verdades que creen que así lo son, sin que nadie intente ya objetarlas, resulta casi imposible ver la Verdad. Para recibirla no parece quedar otro remedio que fragmentarnos y rompernos internamente. En pedazos. Así como estamos, tan lejos de la santidad, no podemos recibir el Infinito. Usando la idea del rav Kuk zl, diríamos que la ruptura viene, porque la Divinidad da según su potencialidad, pero, el receptor -nosotros- no tenemos capacidad, estamos limitados, por ello el bien nos llega circunscrito. Lo único que queda es la ruptura para reconstruir el deseo para regresar a la fuente infinita así la criatura podrá hacerse a sí misma, para intentar llegar al nivel de lo cabal del Creador. Para aquellos que no podrán alcanzar esa posibilidad, el Seder nos da medios que no por su simplicidad son menos efectivos: la palabra del relato del Éxodo, a través de la boca dialogante del pe – saj, y la misma boca ingiriendo alimentos que simbolizan los que podemos colocar en nuestros paladares con libertad.

Con ellos nos santificamos como cuando nos abstenemos de aquellos que fueron excluidos por la Torá de nuestras mesas. Con esos medios si no logramos fragmentarnos internamente para reconstruirnos, por lo menos sacudiremos la gruesa cobertura que nos paraliza, entorpeciendo nuestra entrega a los ideales que decimos compartir y defender. Es un ejercicio excelente para lograr la coherencia con nuestra ideología y nuestros principios libertarios.
Cuando los medios de comunicación se constituyen en una práctica cultural y un espacio de producción y negociación de sentidos condicionados, y a su vez condicionantes, de procesos y contextos socios culturales y políticos, y nos atrapan en sus redes, condicionan nuestras decisiones. Cuando los medios establecen, a través de sus discursos, un eje de matrices culturales donde se explicita y reproduce el poder hegemónico, nos esclavizan, enajenan, y corrompen. No sólo no aportan ningún elemento a la identidad judía, particularmente en los países de la dispersión, sino que distorsionan los existentes. Son uno de los elementos disolventes de esa identidad. Cumplir con la mitzva de relatar a los hijos, se hace en el seno del hogar. No se delega a los maestros, a la prensa, a la TV, a la calle. Tiene un marco, el familiar. Donde se puede fecundar el diálogo por lo menos durante la noche del Seder, para regresar a las entrañas del fenómeno libertario. Es la boca dialogante la que nos sirve de parapeto. Si queremos que Pesaj triunfe, es eso lo que debemos hacer. Lo haremos reconstruyéndonos, y así modificaremos la realidad. Nos inspiraremos, nos iluminaremos y veremos la Verdad y la Libertad. En Pesaj, somos libres de gritar: ¡Aleluya! Alaben, siervos de H’, Alaben el nombre de H. Bendito sea el nombre de H’ desde ahora y para siempre. Desde el nacimiento del sol hasta su ocaso, Alabado sea el nombre de H’. Excelso sobre todas las naciones es H; Su gloria está sobre los cielos (Tehilim 113). Pero, para que ese grito sea serio, debe ser proferido por los seres libres.

Jag hapesaj casher vesameaj desde Sión

jueves, 3 de abril de 2008

Parashat Tazria

Sábado 5 de abril

Rabino Yerahmiel Barylka


La lectura de nuestra semana comienza a referirse al ser humano, de la misma manera que el relato de la Creación, después de haber recorrido en la parashá anterior, las normas referidas a los animales en 47 versículos del capítulo 11 de Shemini, andando por gran parte de la escala zoológica. Así lo subraya Rashí en su comentario. El humano del final de la Creación es el último también en cuanto a las normas de la pureza ritual. “Detrás y delante me rodeaste”, leeremos en el versículo 5 del salmo que citamos a continuación, - detrás de todas las obras, delante de los castigos-, fuiste creado. Si no fuiste humano completo, dice el midrash, te recordarán que hasta el mosquito fue creado antes que tú.

Y, casi en el mismo principio, después de la fecundación y del nacimiento, nos indica que en el octavo día, se debe circuncidar la carne del prepucio del varón.
¿Qué novedad nos trae el mandamiento del brit milá de nuestra parashá, si ya D-os lo había ordenado a Abraham? Los grandes pensadores nos enseñaron que la orden a Abraham fue personal e individual, por lo que no puede obligar a todo el pueblo de Israel. La prescripción que nosotros obedecemos surge de parashat Tazria. Ya Maimónides nos enseñó en forma más que contundente que cada mitzvá aparece claramente como mandamiento. Sin esta parashá, la experiencia de Abraham no hubiera sido obligatoria para las generaciones que siguieron tras él. Así aprendemos que la vigencia de los mandamientos está condicionada a la revelación de Sinaí. Nuestras mitzvot no son producto del folklore, de la imitación de lo que hicieron o no hicieron nuestros antepasados, no son tradición, no son costumbres. Son mandamientos divinos. Tienen esa especial calidad.

Algunos de los temas que trata la parashá suelen ser omitidos por los maestros y quienes enseñan parashat hashavúa. A veces con el pretexto que coincide con muchos otros temas muy interesantes. Pero, la razón tampoco es porque los de Tazria son verdaderamente difíciles. Hay una especie de creencia generalizada todavía hoy, que hay tramas que no son elegantes, que no son convenientes para los menores. Y, en palabras del rav Mordejay Elón (1), esas actitudes provocan que los temas omitidos “sean estudiados debajo de la mesa”, como lo sabe todo adolescente, como lo comprueba muchos años después cualquier docente olvidadizo. Pero, esos temas deben ser enseñados, deben ser estudiados. No deben omitirse ni siquiera cuando se trata de alumnos jóvenes.
Después de todo, aún las mitzvot de pureza e impureza que no podemos cumplir desde la destrucción del Templo, fueron dadas a los humanos concretos, reales, biológicos, y deben ser cumplidas con el cuerpo, no siempre limpio, no siempre puro. También debemos estudiar aquellas que por el momento no pueden ser observadas, porque forman parte de una totalidad indivisible.

En estas parashiot, encontramos material suficiente para que varios tomos del Talmud se dediquen a analizarlo, ya que forman el compendio de los preceptos de la pureza que nos debe guiar en las normas del judaísmo. Ya habíamos comentado en parashat Sheminí, que nuestra santidad deriva exclusivamente de la posibilidad de refinamiento que obtengamos con la autodisciplina que nos brinda el cumplimiento de las mitzvot. Esa idea nos debe seguir guiando también en la lectura de este sábado y en la del siguiente.
Pero, para poder estudiar el cumplimiento de las mitzvot que se refieren a las funciones biológicas del cuerpo, éstas se deben estudiar frontalmente. No hay tema tratado en la Torá que no pueda ser discutido y aprendido en la mesa, en el salón de clases o en el templo. Sólo hay que encontrar el lenguaje apropiado y la manera.

El capítulo 139 de Tehilim, cuya belleza es indescriptible, y cuya profundidad, es asequible por todos, nos da una muestra de la manera en la que se pueden tocar incluso los actos más íntimos. Es tan bello que no puedo evitar transcribirlo en su mayor parte: ”…Salmo de David. H', Tú me has escudriñado y conocido. Tú conoces mi sentarme y mi levantarme; Desde lejos comprendes mis pensamientos. Tú escudriñas mi senda y mi descanso, y conoces bien todos mis caminos. Aun antes de que haya palabra en mi boca, Oh SEÑOR, Tú ya la sabes toda. Por detrás y por delante me has cercado, y Tu mano pusiste sobre mí. Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; Es muy elevado, no lo puedo alcanzar. ¿Adónde me iré de Tu Espíritu o adónde huiré de Tu presencia? Si subo a los cielos, allí estás Tú; Si en el Sheol preparo mi lecho, allí estás Tú. Si tomo las alas del alba, y si habito en lo más remoto del mar, aun allí me guiará Tu mano, Y me tomará Tu diestra. Si digo: "Ciertamente las tinieblas me envolverán, y la luz a mi alrededor será noche;" Ni aún las tinieblas son oscuras para Ti y la noche brilla como el día. Las tinieblas y la luz son iguales para Ti. Porque Tú formaste mis entrañas; Me hiciste en el seno de mi madre. Te daré gracias, porque asombrosa y maravillosamente he sido hecho; Maravillosas son Tus obras, y mi alma lo sabe muy bien. No estaba oculto de Ti mi cuerpo, cuando en secreto fui formado, y entretejido en las profundidades de la tierra. Tus ojos vieron mi embrión, y en Tu libro se escribieron todos los días que me fueron dados cuando no existía ni uno solo de ellos. ¡Cuán preciosos también son para mí, oh D-os, Tus pensamientos! ¡Cuán inmensa es la suma de ellos! Si los contara, serían más que la arena; Al despertar aún estoy contigo. ¡Oh D-os, si Tú hicieras morir al impío! .... Escudríñame, oh D-os, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis inquietudes. Y ve si hay en mí camino malo, y guíame en el camino eterno”.

Y, si ya hablamos de la maravillosa creación literaria de nuestros antepasados, recordemos el relato de Masejet Nidá, 31 a y Kidushin 30 b: “Tres son los socios que tienen las personas. El padre, la madre y el Santo Bendito”. Principio que podemos comprobar casi todos los días. Y, la guemará allí nos desarrolla una serie de observaciones anatómicas del bebé que son recibidas de cada uno de los socios. Además de una verdad irrebatible, un recordatorio de nuestras limitaciones, encontramos en esa expresión una plataforma filosófica, ya que el "descubrimiento" de los sabios del Talmud es que somos producto por igual de la Madre y del Padre y no como se pensaba en las escuelas más avanzadas de aquella época. El Santo Bendito aporta, en definitiva, la vida. Él la concede y él la quita sin que los otros socios puedan protestar. Pero, aquí queda claro que los socios son madre y padre igualitariamente. Es la respuesta judía al pensamiento helénico de la época que había excluido a la mujer-madre de todo rol en la función familiar excepto el de la crianza. Es el aporte de los sabios del Talmud que aún en nuestros días sigue teniendo validez y merece ser recordado.

De nuestra parashá, en la que se analiza la relación del hombre y la mujer después de la larga lista de los animales, entendemos la diferencia. En la escala animal la reproducción es casi un fenómeno únicamente técnico, en los humanos la posibilidad de elevar la inspiración espiritual hasta la misma presencia de la Shejiná. Es lograr la santificación a través de la relación humana. En las bendiciones debajo del palio nupcial proclamamos "bendito eres H' que santificas a tu pueblo Israel por medio de la jupá y los kidushin". Es la única vez que proclamamos la santificación del pueblo de Israel y ello se logra a través de la mujer, que después de fecundada hará nacer a su hijo. Simplemente lo que nos dice el primer versículo de nuestra lectura.
Sobre el versículo de parashat Metzorá, (15:31), "Así ustedes mantendrán a los hijos de Israel separados de sus impurezas, para que no mueran en sus impurezas por haber contaminado Mi tabernáculo que está entre ellos." nos dice el rav Elon, citando al Netziv (2): "se trata del mishcán que está dentro de la pareja" (y no del tabernáculo que se construyó), dentro de los espíritus de los judíos que eligieron vivir con santidad. Vigilantes pueden evitar que introduzcamos impurezas en los templos, pero, cada uno de nosotros es el responsable por convertirnos en un mishcán puro. Nuestra vida espiritual depende de la capacidad que tengamos de separar las impurezas.
En otras palabras, depende de la decisión que tomemos de vivir con pureza.

Shabat shalom, desde Sión

jueves, 27 de marzo de 2008

Parashat Shemini

Sábado 29 de marzo

Rabino Yerahmiel Barylka

“…Los refinaré como se refina la plata, Y los probaré como se prueba el oro. Invocarán Mi nombre, Y Yo les responderé; Diré: 'Ellos son Mi pueblo,' Y ellos dirán: H’ es mi D-os."
Zejaria 13:9


En nuestra época, no existe un tribunal que imponga la obligatoriedad del cumplimiento de los preceptos. No sólo eso, sino que observar las ordenanzas, particularmente, en los países de la dispersión, no coincide con la actitud de la mayoría de la población, que tiene otras normas. Por eso, la persona que elige, sin que haya ni siquiera una obligación social, el cumplimiento de las normas de la Torá, (muchas veces también a cambio de un dispendio de dinero que otros no tienen que hacer y de renuncias), escoge aceptar el servicio a H’. Para ello, necesita también superar impulsos naturales y luchar contra tentaciones sumamente atrayentes y triunfar.

Las normas de la pureza de la mesa, son particularmente difíciles en la vida social en aquellos lugares donde se comparten negocios o estudios con quienes no respetan esas normas, o porque no son judíos y por lo tanto no están obligados, o porque han decidido no someterse a ellas. Sin embargo, quien las cumple, lo hace por una decisión consciente. Hacerlo implica una elección. Como todas las elecciones ésta también tiene costo. ¿Cuál es su beneficio? ¿Acaso mejorar la dieta? ¿Comer más sano? No es esa la intención de la norma establecida por la Torá. Después de todo podríamos preguntar junto al midrash ¿si acaso le interesa al Santo Bendito que los judíos coman sin que el producto se haya faenado según lo que él estableció, o que la shejitá se haga desde la rodilla o el animal se desangre de una puñalada? Y la respuesta que da es que las normas de ese tipo fueron dadas fundamentalmente para refinar al pueblo de Israel. Todas las explicaciones que se intentan son interesantes, pero, el principio está ubicado en la búsqueda de un sistema que permita la distinción de las personas.
¿Cómo se logra ese refinamiento? ¿Cómo se obtiene esa pulcritud que permite, en las palabras del profeta, que pueda proclamar: 'Ellos son Mi pueblo,' para que ellos digan: H’ es mi D-os.'"?

El último capítulo de nuestra parashá, trata de la pureza en los alimentos, en el contexto que fijan los versículos (11:44-45): “‘Porque Yo soy H’ su D-os. Por tanto, conságrense y sean santos, porque Yo soy santo. No se contaminen, pues,... 'Porque Yo soy H’, que los he hecho subir de la tierra de Egipto para ser su D-os; serán, pues, santos porque Yo soy santo.'"
Los capítulos anteriores nos hablan del mishcán y de los sacerdotes –los cohanim- ocupados de las ofrendas sagradas que tienen todos como objetivo la santidad. Nuestro maestro Bajeiey nos aclara que esta santidad que nos fue concedida más que a otros pueblos, no nos es intrínseca. En otras palabras, no nacemos con ella. No es un regalo. No es un privilegio. Es el resultado de seguir el camino que nos marcan la Torá y los preceptos. Y agrega, que aquellas mitzvot que nos limitan en nuestras relaciones, nos prescriben oraciones y ayunos, nos inducen a dar tzedaká y ayudar al prójimo, están destinadas a debilitar nuestro deseo y nuestra codicia.

Nuestra santidad no nace con nosotros por ser hijos de Abraham, Itzjak y Iaacov. Es funcional, ya que deriva de nuestra posibilidad de establecer una disciplina en nuestra conducta cotidiana que nos enseñe a abstenernos de aquellas actitudes prohibidas. Procede de hacer prevalecer nuestra fuerza intelectual y cognoscitiva, para que a través de ella podamos decidir inteligentemente cuando nos encontremos frente a dilemas. Nosotros, no tenemos ventaja sobre nadie, ni somos mejores que otros pueblos, excepto nos comportemos según las normas que recibiéramos.
Para eso fuimos elevados de Egipto. No sólo salimos de la esclavitud sino nos han “hecho subir de la tierra de Egipto” para poder seguir a H’. Si el Éxodo fue una epopeya milagrosa, casi imposible (también porque nuestros antepasados no fueron muy cooperativos en la lucha contra los sojuzgadores), salir se sale. Lo que no se logra sino por otros medios es elevarse. Uno puede salir de la esclavitud de un opresor y caer en las manos de otro. Para lograr la libertad, es necesario elevarse.

Tampoco los cohanim tienen este estatus de santidad absoluta, excepto lo logren con sus actitudes y con sus conductas. No podía ser más trágica la muestra que nos trae la parashá cuando nos relata la muerte de los hijos de Aharón, aparentemente por no haber comprendido dónde estaba la santidad. Hay en ese fragmento una reverberación entre santidad y humanidad. Repercusión dolorosa, misteriosa, difícil de entender, pero, relacionada, sin duda a las circunstancias del aprendizaje por la vía más dura.
En esos sucesos, Aharón enmudece. Su silencio es el grito más fuerte que jamás alguien pudo haber expresado con palabras. “Entonces Moshé dijo a Aharón: "Esto es lo que H’ dijo: por los que se acercan a Mí, santificaré y en presencia de todo el pueblo seré honrado.'" Y Aharón enmudeció” (10:3). La santificación, en esas palabras que suenan tan arduas a nuestros oídos, proferidas por Moshé frente al duelo de su hermano, nos marcan que los más exigidos son los más cercanos. ¿Son una explicación? ¿Pretenden ser consuelo? ¿Insinúan una falta? ¿Sugieren un sacrificio de los mejores?

Aharón, no puede expresar su sentimiento fraterno, cuando también tiene una función nacional. ¿O, acaso, se siente culpable?
En los diálogos siguientes entre los hermanos podríamos encontrar una línea de respuesta: “Aharón respondió a Moshé: --He aquí que ellos han ofrecido hoy su sacrificio por el pecado y su holocausto delante de H’, y a mí me han acontecido estas cosas. Si yo hubiera comido hoy de la ofrenda por el pecado, ¿habría sido acepto a los ojos de H’? Moshé oyó esto, y le pareció bien” (10:19-20). Moshé oyó y la guemará en Zevajim 101 b, nos enseña: “Oyó, e hizo oír a todo Israel que hoy había aprendido una halajá de su hermano Aharón”. La halajá es que un cohen onen (que está en la primera etapa del duelo) no come de las ofrendas en el día del sepelio. Moshé, conocedor de todas las normas, exigió demasiado de su hermano, y falló en comprender la humanidad del dolor. En esa tragedia aprende de su hermano, del que había enmudecido. Si bien, el ejercicio sacerdotal implica una entrega total al extremo que no se debe participar en el sepelio de los cercanos, su sentimiento no puede ser reprimido. Escondida se encuentra la esposa de Aharón, Elisheva, cuyos cinco motivos de alegría, enumerados por el Talmud en Zevajim 102 a, quedaron chicos frente al duelo por la muerte de sus hijos.

La plata se refina con fuego. Las personas se refinan con el dolor. Pero, también a través del establecimiento de límites concretos. No son los sacrificios los hacen que seamos perdonados, sino el elevar las ofrendas como parte del mandato divino. La indulgencia es producto únicamente de la decisión divina.
La santidad se logra renunciando al egoísmo y sometiéndose al camino ordenado como sistema para lograr la libertad interior, sin siquiera buscar su racionalidad. La misma se encuentra en la obediencia.
El someternos a los límites, nos evita pasar por el fuego. El mandato no es inmolarse para ser santos. Es vivir plenamente dentro de la norma.
Cuando bendecimos: “asher kidshanu bemitzvotav” antes de cumplir un mandamiento– que nos santificamos con Sus preceptos- decimos casualmente eso: es la norma lo que nos santifica. Es aceptarla tal cual es lo que nos refina.

Shabat Shalom desde Sión,

miércoles, 19 de marzo de 2008

Parashat Tzav

Sábado 22 de marzo


Rabino Yerahmiel Barylka

Si nos esforzáramos un poco en la lectura de la Torá, podríamos llegar a descubrir infinitas enseñanzas que se encuentran veladas en el texto.
Durante muchos años nos acostumbramos a estudiar traduciendo y ese esfuerzo no nos permitía siquiera analizar el tema que analizábamos, excepto muchos años después. Pero, aún aquellos que aprendieron hebreo desde jóvenes y estudiaron Torá en su idioma, si no prestan especial atención, pueden pasar por alto las enseñanzas que se derivan del modo en el que están escritas las anécdotas y las mitzvot.
En unos pocos versículos de nuestra parashá, -que habla de las ofrendas-, podemos aprender todo un sistema de vida, un modelo de servicio, un esquema que servirá para elevarnos moralmente, un boceto para nuestra propia vida espiritual.

El rav Moshe Tzvi Neria de bendita memoria, citaba el pasuk de la parashá, "Manda a Aharón y a sus hijos diciéndoles que éstas son las instrucciones para el holocausto: El holocausto se quemará sobre el altar toda la noche, hasta la mañana; y el fuego del altar arderá en él" (6:2) y Rashi nos dice, citando a Torat Cohanim, no hay tzav, -una orden imperativa-, sino cuando se indica que se debe proceder con la mayor velocidad. Nos enseña Rabí Shimón, no se debe perder tiempo, particularmente, cuando la demora puede provocar alguna pérdida económica. Así D'os nos ordenó ofrendar rápidamente, sabiendo qué difícil es que podamos acercarnos a la divinidad y separarnos del mundo material. Ya Mesilat Yesharim, la obra magna de rabí Moshé Jaim Luzzato*, nos decía "los seres humanos desean descansar físicamente y odian las molestias, por lo que a esa clase de personas se le hará difícil el servicio divino. al que desee comer plácidamente, descansar y dormir sin que lo molesten, y no correrá a ningún lado, se le dificulta levantarse una hora antes para ir al templo, o abreviar el tiempo de su almuerzo para ir a minjá, o para cumplir cualquier mitzvá…"

La presteza en la faena despierta las reservas espirituales, de manera que pueden conducir las acciones. Pueden llevar al apasionamiento, que haga que el ritmo sea diferente. La prontitud debe aplicarse desde la toma de la decisión hasta el inicio de la realización, para dar paso, a que el tiempo ganado sea disfrutado en el cumplimiento de la mitzvá.
La Torá nos dice en nuestra parashá (6:13) "Esta es la ofrenda de Aharón y de sus hijos, que ofrecerán a H' el día que serán ungidos", pero, el cohen gadol, el sumo sacerdote, ofrenda todos los días (Ver Rashi, siguiendo la guemara Menajot 78 a), como leemos "El sacerdote, que de entre los hijos de Aharón sea ungido en su lugar, la ofrecerá… por ordenanza perpetua…". De este texto podemos aprender que el Cohen Gadol, debe sentir la misma fuerza afectiva, el mismo sentimiento que el cohen común sentía el primer día de su servicio. Debe sentir la renovación, ser como nuevo, como debutante, como si la luz le iluminara por primera vez.

Si regresamos al versículo citado "El holocausto se quemará sobre el altar toda la noche, hasta la mañana; y el fuego del altar arderá en él" continuando con este modelo de lectura de la Torá, podemos citar a rabí Levi que nos dice, que todo quien se encumbra con el servicio divino, merece ser "castigado con fuego", y el midrash nos consuela en el mismo contexto que "todo aquel que actúe (en el servicio divino) en forma humilde y sumiso en este mundo, será consolado con fuego, tal como está escrito: "Y yo seré para ella--declara H'-- ``una muralla de fuego en derredor, y gloria seré en medio de ella." (Zejaria 2:5). La humildad en el servicio divino, contrariamente a lo que pudiera pensarse, brinda las fuerzas del fuego, ya que se inspiran en la fuente divina.
Si nos dirigimos ahora a los versículos: "Y ustedes no comerán sangre, ni de ave ni de animal, en ningún lugar en que habiten. Toda persona que coma cualquier clase de sangre, esa persona será exterminada de entre su pueblo'" (Vaikra 7:26-27), nos adelantan lo que estudiaremos nuevamente en Devarim 12:23 que nos prohíbe la ingesta de la sangre porque ella es el espíritu. Pese a que la Torá autorizó finalmente comer carne de ciertos animales y aves, veda severamente beber su sangre. Previene de mezclar el alimento con el espíritu simbolizado por esa sangre.

En resumen, sin que ninguno de los versículos lo exprese textualmente, aprendemos de ellos la virtud de la presteza en el cumplimiento de las mitzvot, que la misma debe ir acompañada por la suficiente humildad frente a D'os y frente a las personas, para que tenga valor y debe reprimir esa parte deshumana que llevamos dentro, para evitar que nos domine. Necesitamos la pasión de los principiantes para llegar, superando la molicie del aburrimiento. "El fuego del altar (que) arderá en él", servía para encender el candelabro cuya luz ardía permanentemente. Ese fuego debía ser encendido con pureza. Tenemos prohibido apagar la sed de D'os, nos enseñó el Rav Kuk, que arde en nosotros con fuertes llamas en el corazón.
El texto de la lectura de esta semana, merece, como todas las parashiot de la Torá, una nueva lectura, que nos permitirá descubrir mensajes que trascienden las letras, el tiempo y el espacio.

Shabat shalom, desde Sión

lunes, 17 de marzo de 2008

Atentado a la Embajada de Israel

HOMENAJE RECUERDO Y PEDIDO DE JUSTICIA

viernes, 14 de marzo de 2008

Parashat Vaikrá

Sábado 15 de marzo

Rabino Yerahmiel Barylka

"Canten, cielos, porque H' lo ha hecho, griten de alegría, profundidades de la tierra, prorrumpan, montes, en gritos de júbilo, y el bosque, y todo árbol que en él hay, porque H' ha redimido a Iaacov y Su gloria ha mostrado en Israel"
(Ieshaiahu 44:23)

Un buen sistema educacional debería tener tres objetivos, enseñó el teólogo, militante y censor de la iglesia católica Ivan Illich, que residiera varios años en Cuernavaca, Morelos, y ellos son: proporcionar a todos aquellos que lo quieren el acceso a recursos disponibles en cualquier momento de sus vidas; dotar a todos los que quieran compartir lo que saben del poder de encontrar a quienes quieran aprender de ellos; y, finalmente, dar a todo aquel que quiera presentar al público un tema de debate la oportunidad de dar a conocer su argumento. Pero, pese a su formación religiosa dentro del catolicismo y a la influencia de su abuelo judío en su niñez, Illich, además de pertenecer al mundo moderno, no agregó lo que cualquier judío relativamente letrado sabe, que la educación debe conducir a la santidad y debe ser el medio para guardar la identidad.

El judaísmo nos enseña que no hay temas que caduquen si tuvieron trascendencia y si aspiramos a volver a tenerlos con nosotros. Así se deben seguir enseñando las ofrendas en sus detalles más nimios, las normas que no se pueden cumplir, como por ejemplo, los preceptos inherentes a la Tierra de Israel cuando se habla de judíos en los países de la dispersión y se debe continuar recordando acontecimientos sucedidos hace centenares de años, en otras civilizaciones y circunstancias.

Cuando intentamos comprender la educación en el postmodernismo, si está dirigida a postmodernos, (quienes se mantienen en otro tiempo histórico y usan otros códigos, no tienen este problema) necesitaremos de un espectro mucho más amplio que el poseído en las generaciones anteriores. El reto, en nuestros días, es impartir educación a un ente narcisista, individualista, fragmentado, sin proyecto histórico, asimilado, despolitizado, consumista, seducido por la moda y diversificado en sus gustos.

Nuestra parashá, que por caprichos del calendario, cae este año en Shabat Zajor, nos trae un ejemplo de la postura judía acerca de la educación. Cuando ya no teníamos ni siquiera el Segundo Templo, viene el midrash y nos trae la pregunta de rabí Asia: “¿Por qué debemos comenzar enseñando a los niños pequeños la Torá de los Cohanim, y no desde el Génesis? Y nos responde, que el Santo Bendito dijo, tal como las ofrendas son puras, así son los niños puros, que vengan pues, los puros y se ocupen de la pureza” (Midrash Tanjuma Parashat Tzav, 14). Y ello no sólo para paliar los dolores de la destrucción y la impotencia espiritual. Lo que se necesita para entender la Torá, nos dice el midrash, no es inteligencia, sino pureza, no es habilidad sino manos y corazones limpios de pecados.

Pero, ya antes, en nuestra propia historia, surgieron vertientes pragmáticas que querían ubicar en el centro de la enseñanza, únicamente los temas de actualidad. Así se fue postergando el estudio de aquellas halajot que no eran de aplicación inmediata. En algunas comunidades se fueron abandonando en esa época las disquisiciones que no llevaban a la aplicación inmediata de las normas. Pero, varios siglos después, en el mundo de las yeshivot, se volvió a cambiar la tendencia llegándose a consolidar la idea de que se desarrollan, en paralelo al estudio, el espíritu y la fe, y que sin ellas, tampoco el conocimiento podría mantenerse. El estudio debe completarse y complementarse. Rambam, incluyó en su magna obra Mishne Torá a todas las mitzvot. La tendencia cambió y hubo quienes dijeron que el que estudia las normas de las ofrendas es como si las ofrendara.

Cuando leemos Zajor, y nos encontramos a poquísimos días de Purim, nuestra respuesta es válida también para los postmodernos. Hay en nosotros un elemento fundamental al que no podemos renunciar que es el de la memoria. Los grandes meta-relatos que justificaban y contenían en ellos mismos un poder legitimizante, universal y necesario, ya no evidencian las acciones por un sistema mayor o por la idea de progreso. Aquí, en nuestro tiempo, surge el individuo en su grandeza, después de que fuera desplazado por la aparente nobleza de la razón del tiempo moderno.

Es el individuo el que debe asumir su responsabilidad total por el bien y por el mal.
Como en el pasado más lejano.
El relativismo postmoderno conduce directamente a poner en primer plano la ética de la acción y del discurso para justificar sus acciones en sus propios términos, y no mediante el recurso a sistemas supuestamente trascendentes.
La edad postmoderna está obsesionada por la información y la expresión. Pero la saturación de información y las mayores opciones de elección no conducen al enriquecimiento de los criterios personales de análisis y toma de decisiones ni a la formación de cultura sino más bien a la confusión y perplejidad. La escuela y la comunidad tienen ante sí el reto de desvelar este mundo de la imagen y toda la cultura que lo rodea, al tiempo que deben poner en marcha la accesibilidad y legitimación de un lenguaje e imágenes que conforman nuestro mundo material y personal con una forma particular de inteligibilidad.
El nuevo contexto social, -post-modernidad- supone un nuevo modelo de relación del individuo con su entorno y consigo mismo y las nuevas tecnologías, de modo sutil, no implican un cambio en nuestra forma de pensar, sino en que nos adaptemos a las nuevas formas de expresión y comunicación. El judaísmo, tremendamente creativo, siempre ha mirado con ardor juvenil hacia el futuro.

Purim nos admite, recordando la historia descrita en la meguilá Ester, establecer lazos de relaciones con el otro que permitan la solidaridad. Recordar lo que hicieron Amaleq y sus descendientes, nos aleja de la perplejidad.
Aquí no hay lugar para juicios individuales que busquen confundir a la víctima con el victimario y diluir las responsabilidades. Hay en nuestra parashá abiertas referencias a ofrendas de conductores que pecaron: "si el que peca es el sacerdote ungido, trayendo culpa sobre el pueblo, que entonces ofrezca a H' un novillo sin defecto como ofrenda por el pecado, por el pecado que ha cometido" (4:3), "Y si toda la congregación de Israel hubiere errado, [el Sanedrín] y el negocio estuviere oculto á los ojos del pueblo, y hubieren hecho algo contra alguno de los mandamientos de H' en cosas que no se han de hacer, y fueren culpables"; (4:13) "Cuando es un jefe el que peca e inadvertidamente hace cualquiera de las cosas que H' su Dios ha mandado que no se hagan, haciéndose así culpable" (4:22) . Es nuestra parashá la que establece la responsabilidad del liderato, que es mayor que la del pueblo.
El camino de la enseñanza de nuestras fuentes y de nuestras costumbres y tradiciones, permite también en esta época, guardar las prácticas y los usos que nos dan la identidad.

Shabat Shalom y Purim Sameaj desde Sión

martes, 11 de marzo de 2008

A 16 años de la voladura de la embajada

La herida continúa abierta

Por Luciano Stilman, especial para Comunidades












El tiempo pasa y parece que cada vez más rápido. Los que aquel 17-03-92 eran niños, hoy ya son adolescentes. Los adolescentes de aquel entonces ya son adultos, y muchos de los adultos que vivieron uno de los días más nefastos de la historia de nuestro país hoy ya no están. ¿Alguna de todas esas generaciones, o las siguientes, podrán ver cómo se hizo justicia? La respuesta, pese a ser muy poco optimista y dura, por ahora es no.

Se cumplen 16 años del atentado perpetrado contra la Embajada de Israel de la calle Arroyo 916 a las 14.50 horas, que dejó 22 muertos y 350 heridos, y el tiempo parece jugar cada vez más en contra. La lentitud con la que se encaró la causa, y la poca predisposición por parte del gobierno menemista para que se investigue fueron algunos de los muchos inconvenientes que existieron a lo largo del tiempo. “Se sabe poco, esencialmente por una combinación de razones. En primer lugar porque no hubo voluntad del gobierno argentino en investigar el caso. Aquí el papel de la justicia tiene su importancia, pero no es decisiva, porque en todos los países quien está encargado de investigar cuando hay un hecho de esta naturaleza es el Estado, con sus agencias, la policía y los equipos de inteligencia. Principalmente en el caso de la Embajada, y también ocurrió en la AMIA, no hubo la menor voluntad de profundizar la investigación y prácticamente para el gobierno de Menem el atentado fue un problema de los israelíes y una cuestión que tenían que solucionar ellos y los judíos” nos contó Raúl Kollman periodista especializado en lo ocurrido en la Embajada de Israel.

Rápidamente surgen muchas preguntas. ¿Por qué fue en la Argentina? ¿Existieron intereses políticos?. “Se hace difícil dar un diagnostico del por qué. De entrada uno diría que hubo un atentado en la Argentina y no en Brasil, cuando todos los indicios fueron que hubo personas que estuvieron en Brasil y participaron de este atentado. Esencialmente la relación de Brasil con los países, gobiernos y regímenes árabes siempre fue buena y en cambio, aquí estaba el gobierno de Menem que le había hecho promesas durante la campaña electoral, y de esto hay constancia, de ayuda en el terreno de tecnología nuclear, entre otras, y muy probablemente, él, de origen islámico, haya sido visto como un traidor. Aunque siempre el objetivo es el conflicto de Medio Oriente, se apuntó en un país cuyo presidente fue considerado un traidor”, nos dijo Kollman.

Hace algunos días, una importante fuente judicial que prefirió no dar a conocer su nombre, habló con Comunidades sobre el día a día de la causa y contó que los avances actuales son de mantenerla en actividad “observando si las personas sospechosas dan un paso en falso, sobre todo en lo referido a sus movimientos financieros”, y también agregó que desde su punto de vista “en la causa Embajada ya se conoce el 100%, lo que faltan son los nombres”.

Esta fuente, que está muy al tanto de todo lo que sucede con la investigación, nos aclaró que el principal problema que existe es que el expediente es muy dependiente de los datos que deberían ser enviados desde el exterior, pero que no se los mandan y “no los entregan en pruebas judiciales, casi siempre dicen que no están seguros ciento por ciento y darlos puede perjudicar a la fuente”. Por ejemplo, nos aseguró que los investigadores de la causa tenían identificado al jefe del Hezbollah, la conexión local de miembros del Hezbollah y una persona de la célula que actuó fue reconocida en Medio Oriente. Sin embargo, comentó que Israel y EE. UU. no le hacen llegar a la Argentina la información de inteligencia y eso perjudica el avance de la causa.

En mayo de 2006 la Corte Suprema declaró que el caso iba a continuar abierto, situación que alivió a los familiares de las victimas. A pesar de ese gesto, 21 meses después, parece ser que no fue mucho más que un acto para mantener viva la esperanza: “El único avance que se produjo en algún momento de la causa fue cuando la Corte Suprema delegó la causa en el Secretario penal Esteban Canevari. Era tan deplorable la investigación que hasta ese momento se registraban 29 muertos, y cuando Canevari la tomó se dio cuenta que esa no era la cantidad, o sea que ni siquiera se habían contado bien los cuerpos, ni teníamos los nombres. Fue tan deplorable en esos primeros años que no se había hecho nada de nada, ni siquiera contar realmente quienes habían fallecido en el atentado. Lo de Canevari fue muy posterior a la explosión de la Embajada, de manera que encontrar pruebas en ese momento era casi imposible y mucho más imposible es encontrarlas en el 2006. El gesto de la Corte es burocrático “lo dejo abierto, no lo cierro”, pero no hay ningún tipo de investigación andando y hay un poco de espera a ver si cae alguien en el caso AMIA que pueda llegar a tener que ver con el de la Embajada”, nos comentó Raúl Kollman.
Uno de los recientes sucesos que roza a la causa fue lo sucedido el pasado 12-02 cuando uno de los principales líderes del grupo chiíta libanés Hezbollah , Imad Moughnieh, murió luego de la explosión de una bomba cerca de su auto en Damasco, Siria.
Imad Moughnieh era uno de los acusados por los atentados a la Embajada de Israel y a la AMIA. El mismo tenía una orden de búsqueda y captura internacional decretada por la Corte Suprema. También, se lo involucra con el atentado contra la embajada estadounidense en Beirut, en 1982 y por el secuestro de un avión de la línea TWA en el aeropuerto de la misma ciudad en 1985.
El agregado cultural de la Embajada de Israel en Argentina, Iftaj Curiel, habló acerca de la muerte del líder del Hezbollah y nos aseguró que: “Este sujeto tenía mucho enemigos, no sólo Israel, sino también en los países árabes, EE.UU. y muchos más. En ese sentido, cualquiera pudo haber sido el autor del atentado. No se cómo va a afectar su muerte a la justicia argentina”.

Con respecto al autor del atentado, el agregado cultural de la Embajada no tiene dudas que “Hezbollah fue el responsable”. De la misma manera opina la importante persona dentro de la justicia, quien agregó un importante dato acerca de la llamada conexión local: “Como fue presentada por la prensa no existía. Decían que Hezbollah no podía hacer un atentado sin ellos, y este grupo nunca se conectó con nadie cuando hizo este tipo de actos”. A su vez, nos reafirmó que “Hezbollah no confía en nadie, ni en otros grupos terroristas como Hamas” y que la información acerca el modo que opera el grupo fue ratificado a la justicia argentina desde muchos lugares del mundo, entre ellos Israel.

Justamente, con respecto al autor del atentado, el pasado 27-02, la jueza estadounidense Ellen Segal Huvelle dio un fallo muy importante: condenó a Irán por el ataque a la Embajada.

Ella dictaminó que la República Islámica debe indemnizar a la familia del diplomático israelí de origen estadounidense David Ben-Rafael que falleció en el atentado, por más de 33 millones de dólares. La demanda había sido presentada ante la Corte Federal de Washington por la mujer del fallecido diplomático, Elisa Nili Cirilo Peres Ben-Rafael, el 21 de abril de 2006, en nombre de ella, sus hijos, los padres y las dos hermanas de David Ben-Rafael.

La jueza tomó en consideración que Hezbollah asumió públicamente la responsabilidad del atentado y existe "evidencia satisfactoria" que prueba que Irán estaba detrás de ese partido libanés pro iraní. Además, menciona las investigaciones realizadas por la justicia argentina durante la gestión de Néstor Kirchner.

Luego del fallo de la jueza estadounidense, Curiel nos comentó que no leyó la decisión de la Corte en EE.UU. pero “sé que tomó en cuenta la investigación argentina. De todas maneras, no se si esto vaya a ayudar a la Argentina, o si es el mismo material, pero sí creo que es otra señal importante hacia Irán que sus actos tienen consecuencias, y sus actos terroristas tienen consecuencias graves en todos los sentidos”.

Finalmente, nuestra fuente judicial nos volvió a aclarar que lo que faltan son los nombres de los culpables, y recalcó que “la causa de la Embajada está mucho menos oscura que la de la AMIA”. Además, nos afirmó que lo principal es intentar evitar que algo similar suceda en el futuro: “No me parece que haya más controles de cuando se cometieron los atentados. La seguridad interior está mucho peor que hace 15 años. Hubo dos graves atentados, pero todavía no se crean los instrumentos para prever otro, o saber cómo actuar en caso de uno. Hay que hacer políticas de estado para prever, se necesita una ley de seguridad interior que diga cómo investigar estos hechos”.

“Me parece que la justicia argentina está haciendo muchas cosas en los últimos años, con el Presidente Néstor Kirchner en la ONU, con los pedidos de captura internacional (en la causa AMIA). El trabajo es muy serio y con intención de llegar a la verdad y en ese sentido me parece muy importante. Nunca se sabe si vas a encontrar hoy o dentro de algunos años a esa gente, pero el rechazo internacional contra Irán es importante. Ellos tienen que entender que el terrorismo tiene su precio”., dijo Curiel.

Raúl Kollman no fue tan entusiasta y nos mencionó que cree después de tanto años es muy difícil investigar el caso, y las pocas chances son “que aparezca en algún momento un arrepentido que de alguna pista real sobre lo que pasó”. Además nos dijo que "ninguno de los dos atentados generó una conciencia nacional ", que ambos fueron “considerados un problema de los israelíes y de los judíos contra la AMIA. Me parece que la cuestión del terrorismo sólo tomó importancia con las Torres Gemelas, y hoy en día estamos muy lejos de una conciencia nacional en estos temas. Hasta hay algún nivel de justificación con el terrorismo islámico, ya que no se lo ve como organizaciones que tratan de implantar un régimen retrogrado desde el punto de vista de gobiernos teocráticos, de dominación de la mujer, de recortes de derechos humanos, de recortes de derechos de expresión. En la Argentina se lo ve, que también tiene, de contenido de lucha contra EE.UU. y los poderes que han mantenido en cierta marginación y pobreza a los países islámicos”.

Hace 5844 días que cada uno de los familiares de las víctimas está pidiendo que se haga justicia. Ojalá, el próximo año haya que escribir una nota contando con nombres y apellidos quienes fueron los culpables de esta marca que quedará abierta en el corazón de todos hasta que no vayan presos todos los responsables.

jueves, 6 de marzo de 2008

Parashat Pekudei

Sábado 8 de marzo

Rabino Yerahmiel Barylka


Con la lectura de esta semana finalizaremos nuevamente el libro Shemot, al que Ramban –Najmánides- llamó el libro de la Redención, o sefer Hagueulá. El texto continúa el Génesis y finaliza con la construcción del mishcán que atestigua la fidelidad renovada de los judíos al D-os de Israel.
El libro que había comenzado con el reino del tiempo con el establecimiento del primer mes de nuestro calendario (Shemot 12:2), finaliza con el establecimiento del reino del espacio provisional hasta la obtención del espacio definitivo en la Tierra de Israel. Todo ello en un tiempo record.
Ya Ibn Ezra nos dice que el mishcán fue erigido el primer día del mes primero, y el Primer Templo lo fue el segundo del mes segundo, como marcando la continuidad en nuestra vida como pueblo. Como que todo lo que construimos después está basado en ese primer mishcán.

Pero, entre tantos detalles del mishcán, la primer parte de la parashá semanal se dedica a la presentación del informe especial que Moshé brindara al pueblo, acerca de los manejos del oro, la plata y el cobre que fue empleado en la construcción del mishcán. Luego nos cuenta acerca de la bendición como resultado de que "los hijos de Israel hicieron toda la obra conforme a todo lo que H' había ordenado a Moshé. Y Moshé examinó toda la obra, y he aquí, la habían llevado a cabo; tal como H' había ordenado, así la habían hecho. Y Moshé los bendijo" (Shemot, 39:42-43).
Hay aquí una maravillosa combinación del pueblo, con la shejiná, con la orden recibida, como que el dicho talmúdico de Brajot 45 a, que nos indica que se debe tomar en consideración lo que el pueblo acostumbra, se hubiera hecho realidad. Como en este caso, por intuición, como nos dicen los sabios, fueron intuyendo solos las medidas que debía tener ese santuario.

Pero, hay aquí otro principio deseado por el pueblo, aunque no fuera explicitado, que es el de la rendición de cuentas de parte de los dirigentes. Moshé que a su sabiduría tenía un gran conocimiento de la psicología del pueblo de Israel, intuye que debe hacer un acto fundamental y por eso, se detiene a hacer un balance más que minucioso de todo lo que hizo con el oro, la plata y de todas las donaciones que recibiera para el mishcán. Moshé enumera incluso hasta los detalles más nimios y los objetos de menor valor.
Con ello nos brinda una lección maravillosa: Todo aquel que se ocupa de la cosa pública debe rendir cuentas.
El servidor público debe tener la vocación de servir al prójimo y a la sociedad y tener las manos limpias. No deben esperar que les exijan los informes, balances y reportes. Deben brindarlos.

De pronto a Moshé las cuentas no le salen bien... Hay una diferencia de mil setecientos setenta y cinco siclos. Ingresaron pero no encuentra en qué fueron gastados. Y se encuentra muy incómodo, como si oyera el cuchicheo detrás de su espalda de la gente que podría pensar que su riqueza se debe al mal manejo de los bienes colectivos y públicos. Pero, Moshé se ilumina y recuerda que no había apuntado el gasto menor de los clavos y goznes que había sobre las columnas, y su corazón se alegra porque ahora sí su balance está equilibrado. El conductor del pueblo y de la comunidad no puede despreciar ni siquiera los pequeñísimos gastos de la caja chica. Aquellos que si se tratara de la economía del hogar no se molestaría en reparar en ellos.

Es sumamente aleccionador destacar que también Moshé puede equivocarse en las sumas y restas, pero, no puede descansar hasta averiguar dónde se equivocó. No puede permitirse despreciar ni siquiera el gasto insignificante.
La parashá nos enseña que así como el Gran Maestro actuó debemos hacerlo nosotros también y no sólo en la administración de los bienes públicos sino también en la tutela de un bien que no nos pertenece y cuya importancia no valoramos, que es nuestro propio tiempo. Quizás preparándonos para la lectura del Shemá antes de dormir, debamos actuar como Moshé y revisar que hicimos con los bienes que nos concedieron: los preceptos y las acciones y ver si no estamos cerrando el balance sin verificar las sumas y las restas. No sea que nos olvidamos de "clavos y goznes" que no valoramos lo suficiente y estamos en déficit.
Ese balance no es pasivo. Si no encontramos manera de ahorrar el gasto dispendioso del tiempo, y de aumentar considerablemente nuestros ingresos de buenas acciones, tampoco servirá el balance, aun cuando hayamos comprobado que las sumas fueron correctas.

Al otro día nos despertaremos con el corazón alegre, sabedores que vamos bien. No tendremos el temor de recibir el llamado de nuestro "banquero" que nos dice que nos van a cerrar la cuenta porque nos excedimos en el gasto y se nos acabó la cobertura del crédito que nos concedieron.
Nosotros debemos aprender de nuestros maestros.
Moshé, en esta parashá nos da una lección que si la siguiéramos nos permitiría ser más justos, más judíos y más felices.
Y su bendición, dada para quienes supieron hacer el mishcán, podría ser dirigida también a nosotros, que la necesitamos, no menos que ellos, nuestros antepasados.

Shabat Shalom, desde Sión,

miércoles, 27 de febrero de 2008

Parashat Vaiakhel

Sábado 1 de marzo
Rabino Yerahmiel Barylka


"y dijeron a Moshé: "El pueblo trae más de lo que se necesita para la obra de construcción que H' nos ha ordenado que se haga." Entonces Moshé dio una orden, y se pasó una proclama por todo el campamento y dijo: "Ningún hombre ni mujer haga más trabajo para las contribuciones del santuario”. Así el pueblo dejó de traer más. Porque el material que tenían era abundante, y más que suficiente para hacer toda la obra. (Shemot 36:5-7)
"Y todo aquel a quien le impulsó su corazón y todo aquel a quien su espíritu le movió a la generosidad trajeron la ofrenda de H', para la obra del tabernáculo de reunión, para todo su servicio y para las vestiduras sagradas. (35:21)
“El principio de la sabiduría es el temor de H’. Buen entendimiento tienen todos los que ponen esto por obra. Su encomio permanece para siempre” (Tehilim 111:10).


Fue la generosidad la que hice posible la construcción del mishcán y no ninguna imposición superior. Así pudo ser compensación por el error del Becerro de Oro. Y, ello no es casualidad. La relación de las personas con D-os no es mágica ni se puede conseguir por órdenes superiores. Es personal. Íntima. Por lo tanto, la construcción del santuario no puede ser llevada a cabo con los dineros obtenidos de gravámenes impuestos arbitrariamente. Sólo se puede hacer con lo que el corazón decide.

Así siguiendo este precedente, a través de las generaciones, nuestro pueblo supo asociarse generosamente y brindar lo mejor de sus bienes, para levantar otros santuarios que sirvieron para suplantar al Templo destruido, hasta la construcción del nuevo y definitivo en Jerusalén reconstruida.
En este caso, el de nuestra parashá, aprendemos que el pueblo "traía más de lo que se necesitaba". Pero, no fue todo el pueblo, sino quien lo podía hacer desde su propia decisión y esplendidez. Tal era el espíritu. Casi todos tomaron parte de la construcción pero, entre todo el pueblo se pudo notar el empeño y la generosidad de las mujeres. La Torá lo destaca especialmente, creando celos en los hombres que siempre pensaron que tenían derechos exclusivos en el Servicio Divino. "Todas las mujeres hábiles hilaron con sus manos, y trajeron lo que habían hilado, de tela azul, púrpura, escarlata y lino fino. Y todas las mujeres cuyo corazón las llenó de habilidad, hilaron pelo de cabra" (35:25). El texto hebreo original del versículo ha dado lugar a distintos comentarios de nuestros sabios que no desarrollaremos aquí, pero de ellos se desprende también que fueron las mujeres las que tomaron la iniciativa ofreciendo sus joyas y luego los hombres siguieron ese gesto o que los hombres llevaron las ofrendas a pedido de sus mujeres. Fue una demostración del infinito amor que tenían las mujeres por la santidad. Amor que se expresa particularmente en el versículo que nos relata que: "Hizo también la fuente de bronce con su base de bronce, de los espejos de las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo de reunión" (38:8).

Esas mujeres que donaron sus espejos, eran personas, "sabias de corazón" que ya no necesitaban de la vanidad de mirarse en los espejos para arreglarse, aburridas porque no tenían actividades en las que invertir sus tiempos. Ahora, podían prescindir de ese adminículo tan valioso, porque iban al tabernáculo de reunión para orar y estudiar. Habían encontrado la razón de sus vidas. Su objetivo. Su destino trascendente. Ya no más coquetería vana, ahora, hay sentido.
Esa participación femenina con toda su capacidad y su sabiduría, formó parte de un proyecto nacional que moldeó a todo el pueblo de Israel en su ruta desde el Éxodo hasta su ingreso a la Tierra Prometida. Los principales actores del mishcán fueron los descendientes de Miriam, y no los de Aharón, que había fracasado en la empresa de liderar al pueblo durante el becerro de oro ni de Moshé que inexplicablemente quedó apartado.

Así, es el midrash quien nos trae a Hur, el abuelo de Betzalel ben Orí. Fue el hijo de Hur quien se lanzó a luchar contra los pecadores del becerro de oro. Así nos volvemos a encontrar con Miriam, la que entonaba el cántico frente al mar, la que se encontraba entremezclada con el pueblo, la que cantaba y bailaba con las mujeres, la que insinúa un nuevo modelo de liderazgo, no visto hasta esos instantes. El mismo Moshé, según el midrash Tanjumá, sólo se integra al trabajo de levantar el mishcán cuando es llamado expresamente. Hasta ese momento, como que había quedado marginado. La creación y construcción del mishcán, como habíamos visto ya en comentarios anteriores, logra la reparación de los errores del liderazgo que fallara permitiendo o quizás contribuyendo al Becerro de Oro, cuando por su medio, se canaliza el entusiasmo de la masa para un ideal correcto y positivo. Para ello fue necesario el aporte de la sabiduría de Miriam y el acompañamiento que tuvo de las mujeres. “El principio de la sabiduría es el temor de H’…, su encomio permanece para siempre” (Tehilim 111:10), parece que es el secreto.

La gran obra no fue producto de los sacerdotes ni de los políticos sino de una parte del pueblo, que es la que guarda en sí la sabiduría capaz de conducirlo sana y creativamente.
Pero, quienes contribuyeron con sus medios según la generosidad de sus corazones, también fueron quienes luego se integraron al Servicio. Fueron los elegidos. No la turba de “col haam” que se fue al culto pagano. Según Pirkei derabi Eliezer, esas mujeres se habían negado ser parte de la ola de contribuyentes al culto pagano, y por ello fueron compensadas con las normas de descanso especial de los novilunios – el rosh jodesh-, después de todo el día de la gran alegría fue el primero de nisán. Eran aquellas a las que les cantamos en la mesa del kabalat shabat que “Extienden sus manos a la rueca, y sus manos toman el huso”, sin importarles lastimarlas. Incluso las más ricas, aquellas que tienen más de un sirviente en su casa fueron personalmente a hacer el trabajo. Contribuir con el trabajo manual y personal tiene más mérito que firmar el cheque.
Quizás este acento de la parashá sobre la sabiduría y entrega de las mujeres, se proponga darnos una lección: “El principio de la sabiduría es el temor de H’”, también sirve para la construcción del mishcán que es nuestro hogar. Y, no menos importante, que debemos aprovechar su fuerza, su energía y su dedicación y permitirles tomar parte en la reconstrucción del mishcán más grande, el del templo de nuestros días para que nos conduzcan en la restauración del Gran Templo que ojalá y se produzca también frente a nuestros ojos.

Shabat Shalom desde Sión

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Noticias de Israel - Noviembre

200.000 DOLARES POR TAN SOLO 4 MINUTOS

No hay duda que una de las noticias del mes es el encuentro palestino-israelí de Annapolis. Dudas acerca de los participantes, dificultades en encontrar una mera declaración conjunta de objetivos, visitas a nuestra región de los cancilleres de USA, Alemania, Francia, Inglaterra y la UE; sucesión de encuentros y debates sin resultados definidos, la reunión de la Liga Árabe el viernes 23.

En resumen: sólo dudas y expectativas.

Más allá de comentar que esa pequeña ciudad de menos de 40.000 habitantes está a 50 kilómetros de Washington, no nos queda mucho por agregar a los distintos enfoques sobre el tema que incluye esta edición. Por lo que nos limitamos a desear que el proceso que allí se inicia llegue alguna vez a feliz término.
El otro tema central de noviembre fue la prolongada huelga de maestros de escuelas secundarias, que al cierre de esta columna no muestra signos de concluir. La suma de años en los que la educación no ocupa lugar privilegiado en las políticas nacionales, más el ego de los protagonistas, lleva a los jóvenes a deteriorar aún más su ya menguado bagaje educativo.
La United Nations Foundation es una ONG que busca construir emprendimientos público-privados para atacar los más graves problemas mundiales. Dos de sus miembros más prominentes – el Director general Ted Turner (fundador de la CNN) y el ex Secretario general de UN Kofi Annan - llegaron a Israel el 28 de octubre para "ver en que podemos ayudar". Al recibirlos, el presidente Shimon Peres manifestó que se deberían buscar los métodos para reducir la dependencia mundial del petróleo, habida cuenta que el mismo es a la vez la mayor causa del calentamiento global y la fuente de financiamiento del terrorismo. Recordando las actitudes europeas ante Hitler y Stalin, Peres remarcó que "Europa siempre tuvo razón, pero siempre tarde". A la vez que expresó su esperanza que esta vez –con Irán- rompan con ese triste estilo.
UN Watch, una Fundación que monitorea las actividades de Naciones Unidas, presentó un pormenorizado informe el jueves primero de noviembre. El estudio evalúa las acciones tomadas por la institución internacional en lo relacionado con la denuncia y el combate al antisemitismo, y se remonta a hechos acaecidos desde 2004. Reconoce que recientemente se han dado pasos "sin precedentes" al respecto, si bien la UN está aun lejos de "cumplir fielmente su promesa" constitutiva. El reporte confirma la reiteración de "medidas parciales e irracionales destinadas a demonizar a Israel".
El Príncipe heredero de Bahrain, Sheik Salman ibn Isa al-Khalifa, reconoció públicamente el viernes 2 que Irán tiene como objetivo adquirir armamento nuclear. Fue la primera vez que un alto funcionario árabe acepta este "secreto a voces" que hasta el Director de la Agencia nuclear de Naciones Unidas pretende disimular. El príncipe advirtió que la situación podría empeorar y llevar a toda la región a un conflicto armado, por lo que él recomienda extremar todos los medios diplomáticos para solucionar la crisis.
Del 30 de octubre al primero de noviembre se desarrolló en Tel Aviv "WATEC Israel 2007", la cuarta Exhibición Internacional de Tecnologías del Agua y Control del Medio Ambiente. El encuentro, considerado de los más importantes del mundo en su especialidad, permitió la presentación y difusión de las más modernas tecnologías destinadas a administrar las reservas de agua potable, disminuir la polución y fomentar el uso de energías alternativas. Se presentaron allí 250 expositores y se desarrollaron un total de cinco conferencias sobre aquellos temas, con la participación de más de 2000 personas provenientes de 80 países. El evento reforzó la reputación de Israel como líder mundial en el mercado de tecnologías de cuidado del medio ambiente.
Mekorot, la empresa nacional de aguas, cerró un acuerdo con la gigante multinacional G.E. para la construcción de una planta desalinizadora en Ashdod, que proveerá 100 millones de metros cúbicos por año. Días atrás había concretado un convenio de asesoramiento a la empresa de aguas de la ciudad de Buenos Aires, estimado en cientos de miles de dólares, que es el tercero con firmas argentinas –los dos anteriores se relacionan con un proyecto de bombeo y otro para construir una planta desalinizadora-.
Israel se incorporó al proyecto europeo que promueve la competitividad entre las empresas chicas y medianas, lo que permitirá a las compañías locales formar parte de los consorcios y organizaciones europeas del sector. La puesta en marcha de estos emprendimientos conjuntos reforzará la relación económica y tecnológica entre Israel y la Comunidad Europea, sumándose a nuestra ya prolongada participación conjunta en las áreas de investigación y desarrollo.
Como explicamos detalladamente hace doce meses, el World Economic Forum difunde cada año una tabla detallada del estado de competitividad de cada uno de los 131 países que evalúa. Esta vez, el primer lugar correspondió a los Estados Unidos y el último a Chad. Israel, aún en el grupo de vanguardia, bajó de la posición 14 de 2006 a la 17. Se analizan doce pilares, entre ellos infraestructura, salud y educación primaria, mercado financiero, instituciones o mercado laboral. En sus aspectos menos favorecidos, nuestro país se encuentra en el puesto 42 en los niveles de presión impositiva, 31 en burocracia gubernamental y en calidad educacional, 30 en calidad de infraestructura vial y 67 en el tiempo necesario para abrir un negocio. El lado favorable lo muestran el lugar 5 en la disponibilidad de capital de riesgo y el número de patentes registradas, 7 en los montos de inversión en investigación y desarrollo o 4 en tecnología, innovación o cantidad de particulares que poseen computadora.
Para los que gustan de las comparaciones inadecuadas, les comentamos que Argentina pasó este año del puesto 70 al 85.
Desde el pasado 28 de octubre, el costo de la repetición de los exámenes teóricos de manejo fue reducido de 116 a 40 shekel. Para "compensar" la agradable información, el Ministerio de Transporte aclaró que el primer test, que hasta ahora era gratuito, costará también 40 shekel (10 dólares). El precio del práctico no fue modificado.
La ley que prohibe fumar en lugares públicos va mejorando su efectividad. Sus últimas reformas son apoyadas por más del 70% del público general, incluídos más de la mitad de los fumadores, quienes manifiestan que seguirán asistiendo a lugares donde se prohibe fumar. La misma encuesta confirma que el 98% de éstos acepta que su actitud perjudica a quienes se encuentran a su alrededor. Asimismo, el porcentaje de población adulta que fuma ha bajado al 23.3%, la cifra más baja desde que el Ministerio de Salud realiza esas mediciones.
148.170 bebés nacieron en Israel durante 2006, 71% de ellos hijos de madres judías. Según las estadísticas, el promedio nacional es de 2,9 hijos: 2,8 en las mencionadas y 4 en las madres musulmanas.
983.491 pasajeros internacionales, en 6.766 vuelos, utilizaron el aeropuerto internacional Ben Gurion en el mes de octubre, 18,4% más que el mismo mes de 2006. Si les sumamos los 35.725 viajeros domésticos, más de un millón de personas pasaron ese mes por el "Natbag".
El 14 de noviembre comenzaron los trabajos para la construcción de la ciudad de bases militares en el cruce Neguev, al sur de Beer Sheva. En ediciones pasadas comentamos este proyecto, cuyo objetivo declarado es asentar personal militar en el sur del país.
La productora israelí de medicamentos genéricos Teva figura en el destacado lugar 174 en la lista de las 1250 empresas de todo el mundo que más invierten en investigación y desarrollo. Son ocho las empresas israelíes incorporadas a esa lista, las que en conjunto invirtieron en 2006 más de mil millones de dólares con esos objetivos, 28% más que el año anterior.
La constructora israelí Ashdar publicitó recientemente una oferta, primera de su tipo en el mundo. Los doce compradores que adquirieran sus últimas unidades en un proyecto de lujo para la tercera edad en Tel Aviv recibirán, el día que cumplan cien años, la devolución del monto pagado. Otro motivo, además de los nietos y los proyectos, para llegar a esa edad.
Meses atrás comentamos en esta columna el inicio de la venta de pasajes para los vuelos al espacio de Virgin Galactic, previstos para fines de 2009. A un precio de 200.000 dólares por pasajero, ya son cerca de doscientos los lugares vendidos en 121 países para ese viaje de 4 minutos netos en la estratósfera. Desde principios de noviembre es posible comprar esos pasajes anticipados también en Israel. El primer cliente anotado fue un emprendedor inmobiliario de 38 años, para quien la experiencia no costará más que "la ganancia de dos departamentos de mi proyecto en el exterior".
La fundación "Na Lagahat" –toquen, por favor- está integrada por personas que comparten una enfermedad por la que nacen sordos y, con el paso de los años, quedan también ciegos. Sus integrantes constituyeron un grupo de teatro que, con marcado éxito, puso en escena obras en Israel y el exterior. A partir de este diciembre emprenden un nuevo desafío: abren en el puerto de Yafo el restaurante "Black Out", en el que ellos serán los mozos. Si bien en un breve período experimental invitan a comer sin cargo, la idea es ofrecer un menú gourmet completo por tan sólo 90 shekel.
Decenas de miles de jóvenes participaron a principios de noviembre de una manifestación internacional, llevada a cabo simultáneamente en más de 90 ciudades, reclamando por la liberación de los tres soldados israelíes en cautiverio. Los encuentros públicos multitudinarios fueron coordinados por la Agencia Judía y la Organización Sionista Mundial, y representaron la mayor demostración de solidaridad llegada desde la diáspora en estos casi dos años desde que cayeran en manos de las organizaciones terroristas. Fueron 36 los campus universitarios norteamericanos que albergaron manifestaciones, junto a ciudades tan distantes como Kiev, Amsterdam y Buenos Aires.
Estados Unidos también se organiza para festejar en 2008 los 60 años del establecimiento del Estado de Israel. El viernes 16 se confirmó que la presidencia honoraria de la comisión organizadora será compartida por los ex presidentes Bill Clinton y George Bush. Se prevén eventos locales y nacionales, como por ejemplo una sesión conjunta de ambas cámaras del Congreso.
En la noche del lunes 28 de octubre dió comienzo el 11er. Festival del Cine Judío en Gran Bretaña, con la presentación – de gala- de la premiada película israelí "La Visita de la Orquesta". El evento, al que asistieron líderes comunitarios y celebrados actores, se llevó a cabo en el prestigioso teatro de Leicester Square. El programa de este año incluye 43 films, cortometrajes y documentales, procedentes de todo el mundo; así como paneles de debate y sesiones de preguntas y respuestas con productores y directores.
El reciente descubrimiento de una gigantesca reserva de petróleo y gas en la cuenca de Santos, frente al Estado de San Pablo, ya comenzó a generar efectos en la geopolítica sudamericana y desató euforia en Brasil. El descubrimiento en el Campo de Tupí puede posicionar a Brasil entre la élite petrolífera mundial, justo cuando el precio del barril está en su máximo histórico. El país pasaría de ser el 24° productor de petróleo y gas a ser uno de los diez primeros, al superar a Nigeria y México. Así, Brasil, que 50 años atrás tenía dependencia absoluta de la importación de petróleo, se convertiría en exportador y relativizaría el poder regional de productores de gas y de petróleo como Venezuela y Bolivia, que mantienen con Lula una sutil divergencia ideológica en el discurso. La explotación comercial sólo se iniciaría en 2014.
El príncipe y millonario Al-Walid ben Talal se convirtió en el primer particular en adquirir un A380, el mayor avión de pasajeros del mundo, cuyo interior será remodelado para satisfacer las fastuosas "necesidades" de su comprador. El príncipe, sobrino del rey saudita Abdullah ben Abdel Aziz, recibirá en 2010 el Airbus 380, calificado de un "palacio volador". Una vez redecoradas, las dos plantas del avión incluirán un bar, baños con jacuzzi, un salón de juegos, un gimnasio con sauna, una sala de conferencias para 15 personas, oficinas con Internet, amplios dormitorios y hasta un minicine.
Así como el mes pasado les comentamos del origen de la corbata, esta vez traemos la historia de otro "invento francés" muy difundido: la confitura a la que nosotros llamamos "media luna". La luna y la media luna provienen de la remota antigüedad en Egipto, la Mesopotamia, Asia Menor y hasta la India. Existió incluso en La Meca, durante el largo período preislámico. Pero sólo fue adoptada en forma sostenida por los musulmanes a partir de la conquista de Constantinopla por los otomanos en 1453. Su avance hacia occidente fue detenido en las puertas de Viena, por lo que los pasteleros festejaron el éxito con la invención del Halbmond, la media luna que los franceses llamaron croissant, pero que, pese a sus virtudes culinarias, deben a los austríacos.
Que haya Paz.
Daniel Rosenthal